Hola

Quiero daros la bienvenida a todos los que estáis aterrizando en el Reino de la Mermelada por primera vez. Esta es una ventana abierta a través de la que podéis asomaros a lo que es mi día a día. Si llegáis aquí buscando respuestas o información sobre la leucemia infantil, que sepáis que las respuestas están en vosotros mismos, yo sólo puedo compartir las mías. Agarraos fuerte que vienen curvas.

jueves, 16 de noviembre de 2017

Un ratito para mi

Acabo de llegar a casa.
Estoy tranquila y contenta, suena tonto, pero hacía mucho que que no tenía esta sensación.
Estoy de vacaciones, no me quedó otra que coger los 4 días que me quedaban ahora, en verano no me dejaron, unidos al puente de Diciembre "imposible" y más días en Navidad "por nada del mundo". Pues eso, que tenía que ser ahora. Vale.
Cuatro días "para mí" eso pensaba yo. Bueno, me conformo con este ratito. Esta mañana llevé a los duendes al cole (soy tan feliz haciéndolo...) y me fui para el centro. Dejé el coche aparcado en la boca de Metro más cercana a casa y me fui a Sol.
¡Madre mía qué de gente!. Tengo que hacer un regalo a una estudiante belga que tengo en casa de intercambio y pensé en el turrón de Casa Mira, a 17 eurazos la tableta. Espero que sepa apreciarlo.
De ahí empecé a vagabundear por el centro.
Tenía en mente ir a la tienda de Burlesque Madrid. Soy muy fan del maquillaje y tenía muchas ganas de probar algunas de sus brochas, así que compré dos y una paleta para mezclar bases, os dejo la foto.
Ese era todo mi plan, pero caminar por el centro, a pesar del gentío, me encanta así que me fui a la guerra, quiero decir, a Primark. Mi Hada anda persiguiendo una "batamanta de unicornio", pero la que había era de panda, así que no la cogí. Crucé a la Casa del Libro sólo por dar una vuelta y de ahí me fui a H&M. No compré nada. Sinceramente me encuentro tan mal últimamente que no hay nada con lo que me vea ni medio favorecida, además el Black Friday se acerca y me reservo.
Fue salir a Callao y apetecerme un chocolate, me fui a Valor a tomarlo.
De ahí la idea era bajar a Arenal, no me imaginaba que podían estar terminando de montar el Cortilandia, pero sí, ahí estaba.
Ahí estaba mi infancia, Cortilandia y Maty, la tienda de baile de toda la vida en la que ahora además tienen disfraces, madre mía la cantidad de tutús que habré comprado yo allí.
 Finalmente bajé a Arenal y el pasaje de San Ginés con sus libros en la calle siempre me ha encantado.
No paré en ninguna parte, sólo fui paseando hasta el metro de Ópera, y ya, a casa.
Me parece increíble haber tenido cuatro horas para mi, sólo para mi. Guardaré esta sensación con cariño porque, sinceramente, no tengo ni la menor idea de cuando volverá a repetirse.


miércoles, 1 de noviembre de 2017

A destiempo

¿Os acordáis cuando salíais de casa vestidas de una manera y en el mismo ascensor os cambiabais el pantalón por la falda esa que vuestra madre no quería ni ver?
¿Y cuando os pintabais la raya del ojo bien negra mirándoos en el retrovisor de un coche o en las ventanillas?
¿Y cuándo llamabais (desde una cabina, por supuesto) para avisar "de que habíais perdido el autobús y llegabais tarde?
¿Y cuándo decíais que ibais a un sitio y terminabais en ese otro que, sólo mencionarlo, sacaba lo peor en casa?
Aún más, ¿y cuando no avisabais, llegabais tarde y os castigaban sin salir el fin de semana siguiente?.
Y qué decir de eso de beber o del olor a tabaco, uf. Yo creo que los padres tienen (ahora se que lo desarrollamos) una habilidad especial para detectar ciertos olores.
¿Os acordáis de todo eso?
Yo no, no me acuerdo y no me acuerdo porque jamás lo he hecho.
Reíros, porque no es para menos, jamás, jamás llegué tarde, para una vez que ciertamente perdí el autobús y llegué en el siguiente un cuarto de hora más tarde, la bronca fue tal que prefiero no acordarme.
No, no os penséis que mis padres eran (son) especialmente estrictos, no, no lo son, de hecho las indicaciones eran exactamente las mismas para mi hermano y él jamás les hizo ni caso.
No se a qué viene ahora todo esto, no estoy segura.
Creo que es porque pienso que, el no haberme salido nunca de la norma, me ha incapacitado para improvisar, tomar decisiones sobre la marcha, inventar excusas, en definitiva sobrevivir.
Cuando algo se sale de la cuadrícula me cuesta la misma vida, primero, entenderlo, segundo asumirlo y tercero solventarlo, y eso no es bueno.
Creo que no he aprendido a vivir en la provisionalidad y lo peor es que ya me siento incapaz de aprenderlo ahora.
Y encima tengo que simular que soy capaz, porque no quiero que mis hijos sean como yo. Intento no torturarme, el ejemplo de mi hermano me ayuda mucho, él hizo siempre lo que le dio la gana, de hecho lo sigue haciendo. Yo no, siempre hago lo que se espera de mi. ¿Significa eso que mis padres me consideran mejor hija que a mi hermano?, por supuesto que no, y eso no es un reproche, es una aseveración y es que la frase lapidaria que yo tengo grabada a fuego no puede ser más dañina. Al menos hasta ahora he conseguido cumplir la promesa que me hice de jamás decírsela a mis hijos. Eso de "uno no hace lo que quiere sino lo que debe" que tan a fuego tengo yo grabado jamás saldrá de mi boca.
Prometo que la entrada de nuestra fiesta de Halloween será más divertida.

lunes, 25 de septiembre de 2017

Misceláneo

Echo de menos el mar, estoy profundamente enamorada de Cádiz, mi contrario lo sabe y no está celoso.
Hace fresco por la mañana, empiezo con el dolor de garganta, que fastidio.
Me he cambiado el color de pelo. En realidad lo cambié justo antes de irme a la playa pero quería ver el resultado con el sol y el mar antes de cantar victoria.
Canto victoria con mi nuevo color, es lo más parecido a mi color original que he conseguido, quizás ligeramente más claro, pero muy ligeramente.
Al fin he conseguido que no tire a naranja.
El que no tire a naranja tiene truco, un champú morado para pelo blanco. Y todo eso gracias a un "estilista" que me cautivó cuando el 26 de Diciembre pasado me cortó las puntas.
Está muy solicitado y yo tengo poco tiempo.
He engordado.
He retapizado mis sillas de salón.
He vuelto al endocrino, al de siempre, una vez por semana.
La dieta estricta no me aburre, me he desinflado un poco. Poco.
Empiezo a pensar en Navidad.
Quiero dormir.
Sigo enamorada de mis hijos.
A mi Hada ya le quitan los brackets. ¡Aleluya!.
Mi vida profesional sigue siendo una mierda.
Necesito un zumo de naranja, ya.

lunes, 4 de septiembre de 2017

Olimpicamente...

Lo prometido es deuda.
No se si recordáis que aquí os contaba un montón de chorradas. Entre ellas os decía que el abuelo de mi contrario había trabajado muchos años en Suiza, la razón no era otra que el Olimpismo, así, con mayúsculas. Fue miembro del Comité Olímpico Internacional hasta su muerte.
En realidad mi familia política ha estado relacionada con el olimpismo de diferentes maneras, sin duda, la más valerosa la de mi suegro, que participó en las olimpiadas de México 68 en atletismo. De hecho fue en esa olimpiada cuando mis suegros se conocieron, pero no voy a contar batallitas.
El caso es que mi contrario ha ido a un montón de olimpiadas, recuerdo que cuando nos ennoviamos pasamos el verano sin vernos porque él fue voluntario en Barcelona 92.
Pues eso, gracias al trabajo del abuelo, la familia contaba con acreditaciones para acudir a las competiciones, ojo, sólo acreditación de acceso, no gastos pagados.
En el año 2000, mis suegros organizaron todo para que pudiéramos ir así que allí nos plantamos, en Sidney el día antes de que empezasen los juegos, el 15 de Septiembre.
Nos alojamos en el hotel Regent, que era el hotel de las autoridades, no de los atletas, allí compartíamos desayuno y ascensor con los reyes de España y Suecia, el príncipe Felipe, el entonces heredero de Holanda y el de Dinamarca, entre otros.
Pues eso.
Que gracias a esta acreditación que os enseño teníamos acceso prácticamente ilimitado. Me pareció la experiencia de mi vida, allí vimos a España ganar la plata de Waterpolo, sufriendo codo con codo con Don Felipe, allí vimos a la infanta Cristina tener que salir de la grada atacada por los nervios en el partido de balonmano de Urdagarín, allí disfrutamos de las competiciones de vela a bordo de los barcos del Comité Olímpico.
Nunca más volveré a tener la oportunidad de vivir unas olimpiadas de esa manera, nunca.
Por cierto, un chisme, compartí ascensor con Elle Macpherson y os juro que era un palo de escoba, larga, larga y que no llamaba en absoluto la atención.
Ahí queda.

jueves, 10 de agosto de 2017

Los "sobrecitos" para las vacaciones

Se fomenta poco el ahorro. ¿Es idea mía o también pensáis lo mismo?, ahorrar está como mal visto, si ahorras es porque te sobra y además de que te sobra eres tonto porque pudiendo "invertir" sólo guardas el dinero.
Es verdad, ahorrar es difícil, entre que la economía no está para tirar cohetes, por mucho que se oiga eso de que la crisis ya ha terminado y que una tiene tendencia a ser manirrota, no os digo lo que se complica.
Pero hay que ser consciente que el que algo quiere, algo le cuesta. Irse de vacaciones es un lujo, de eso no cabe la menor duda. Es cierto que acoplándote en casa de los abuelos el coste se reduce muchísimo, pero desde 2009, en aquella primera ocasión en que le dieron la condicional a mi Sol durante su tratamiento, siempre hemos intentado rascar unos días para nosotros solos.
 Y no somos fáciles de complacer.
Nos gustan los buenos hoteles en sitios bonitos y como sólo podemos ir en temporada alta, la cosa no sale barata.
El año pasado, tumbada al sol leí un artículo que me gustó. El título era algo así como "ahorra sin darte cuenta y tus vacaciones estarán aseguradas". El método parecía fácil, era el "método de las semanas del año" y consiste en guardar un euro por cada semana del año en la que estés, la primera semana guardas un euro, la segunda, dos, y así hasta la semana 52 en que guardarás 52 euros.
Como me pareció fácil, decidí complicarlo un poquito, decidí que iba a seguir ese método de ahorro pero para cada uno de los miembros de mi familia, así que multipliqué por cinco.
Empecé a la vuelta de vacaciones, así, la primera semana fue la del 29 de agosto al 4 de septiembre del año pasado, en total cinco euros para empezar.
Compré sobres grandes y pequeños e iba poniendo en cada sobre pequeño en la semana que estaba y luego agrupando por meses en los sobres grandes.
Me vine arriba, claro, el primer mes, como es fácil decidí que para no olvidarme era mejor que completase todos los sobres pequeños a primeros de mes, así que esa semana ya puse 5 sobres, con cinco, diez, quince, veinte y 25 euros, en total, del mes de Septiembre puse 75 euros.
Pero ¡ay amigo!, ya a partir de Semana Santa la cosa era chunga. Claro, imaginad que la semana 20 ya toca poner 100 euros, y 105 en la 21 y 110 en la 22 ...más de cuatrocientos euros en el sobrecito del mes.
Mi marido se partía conmigo porque claro, había veces que a primeros de mes no tenía pasta para el bendito sobrecito y yo erre que erre y él diciendo que era una tontería que sólo con tenerlo en cuenta para no gastarlo era suficiente. Pues no, ea, que yo me conozco, que o lo tengo fuera del alcance de las tarjetas o no me vale.
Con sus risas y sin ellas, rascándome mucho el bolsillo y en estos últimos meses rellenando los sobres a trozos cuando podía llegué a mi objetivo.
El reto terminó la semana del 24 al 30 de julio (completé ese sobre hacia el 4 de agosto) y ayer tocaba abrir los sobres, ordenar los billetes, contar e ingresar el dinero en la cuenta.
Misión cumplida, nuestro hotel de fin de mes está pagado, en cuanto vuelva empiezo los sobrecitos para el del año que viene...


viernes, 4 de agosto de 2017

Etica o/y legalidad

Hace calor en Madrid, no veo el momento de escapar de aquí, de huir de este día a día que me tiene atrapada. Demasiadas expectativas puestas en tres semanas de asueto, seguro que cumpliré la mayoría.
A vueltas con lo mismo, mi situación laboral. Sigue siendo mala, para qué mentir, es cierto que casi todo me lo tomo ya mucho más relajadamente y consigo que el 95% de las situaciones cotidianas me resbalen, pero es obvio que no soy de hielo.
Esta semana ha sido difícil, especialmente porque tengo dos personas de las que trabajan conmigo de vacaciones y el trabajo se multiplica. Ahí es donde me frustro. Siempre intento ponerme en el lugar del otro, pero de verdad, nada de majaderías de esas de "empatía" y palabros grandilocuentes vacíos, no.
Yo me pongo en el lugar del otro, entiendo lo que me pide, y, si está en mi mano, intento dar solución o respuesta a sus demandas.
Primer problema, mi tiempo es limitado, si hago una cosa, no hago otra y, hay mil cosas que debo hacer que son mero servicio al público sin que me reporten ninguna otra recompensa que la de la labor bien hecha.
Primer choque con el jefe, "lo que no da dinero, no se hace ahora, ya se hará después". ¿Se hará..., se hará ello sólo, o lo tendré que hacer yo o quien sea después?.
Por supuesto que es legal decirle al cliente que debe esperar a que mi compañero vuelva de vacaciones para que él resuelva su tema pero, ¿es ético?. Ahí empieza el problema, las "éticas" son tan variadas como las personas y mi jefe tiene una ética amplísima, por decirlo de manera suave.
Hasta ahí sólo un mal trago de diferencias de criterio con un superior y un perder el culo a correr para llegar a todo, porque mi ética no me permite "dar largas" sobre todo si el cliente no pide nada fuera de lo común y encima lo hace con un fin y fecha determinado.
Pero hay otros asuntos, aquellos que son definitivamente ilegales y antiéticos, aunque se hacen de forma generalizada. Aunque os parezca algo raro son situaciones diarias, situaciones que, en algunos casos han llegado a los tribunales, pongamos por ejemplo el tema de las clausulas suelo.
Hay miles de personas que tienen cláusulas ilegales en sus contratos, ¿por qué?, porque se les obligaba a ello, o firmaban o no tenían la hipoteca para pagar su casa.
Pues ese es un caso exagerado, pero hay muchas situaciones cotidianas que, sin llegar a tal extremo son igual de "alegales". La ética de algunos de los que me rodean les dice que son "negociaciones entre dos partes en las que se llega a un acuerdo", la mía me dice que es "un monólogo de una parte que pone condiciones y otra a la que no le queda más remedio que aceptarlas si no tiene más opción".
Como siempre, los más perjudicados son las personas con menos recursos, no sólo económicos, sino recursos de educación que les hagan discernir que lo que se les propone roza la ilegalidad, recursos para pedir varias alternativas a diferentes entidades, o recursos para reclamar si finalmente la negociación no sale según lo previsto.
Y por ahí no paso, ya no discuto, ya no me enfrento con nadie, simplemente hay cosas que no hago, no seré la empleada del mes, no seré ejemplo de producción pero dormiré como una Pepa cada noche. Sinceramente, si todos tuviéramos conciencia, la vida sería mucho mejor.
Sabéis, yo pensaba contaros mis rebajas... lo dejo para mañana.
¿Hay alguien ahí?...

sábado, 22 de julio de 2017

Olor a jabón Lagarto

El jueves fui a cazar Pokemons.
Mi pequeño garbanzo me había insistido durante toda la semana y no tuve más excusas. Ya que había que hacerlo, mejor que fuera por un sitio agradable y nos fuimos a nuestro "bosque particular".
Caminamos un montón, hora y media, primero buscando Pokeparadas y luego caminando hasta los 400 últimos metros imprescindibles para "evolucionar" uno de esos bichos.

A mi abuela Torina le encantaba lavar la ropa a mano, en aquel abrevadero que hacía muchos años que había dejado de usarse. Usaba una piedra para frotar y yo disfrutaba viéndola e imitándola. En verano, se levantaba al amanecer y en esa esquina del corral donde estaba la pila sacudía las piezas de ropa, y las ponía a "solear" para que quedasen de un blanco radiante, y luego las aclaraba y escurría para poder tenderlas de manera primorosa. Tenía toda una técnica que yo heredé, esas son las verdaderas herencias valiosas...

En nuestro bosque particular hay varios circuitos de ejercicio, era donde yo solía ir cuando corría, lo echo de menos pero la pereza y los kilos de más son más fuertes que mi voluntad. Pues eso, al incorporarnos a uno de los viales por donde la gente corre nos adelantó un señor entrado en los 60 años y fue pasar por mi lado y ... ese olor a jabón lagarto me transportó 35 años atrás y de repente me encontré sentada en el suelo del corral mirando a mi abuela lavar la ropa.

Pude sentirla, pude ver el sol blanqueando la colada, pude verla escurrir la ropa y pedirme ayuda para tender las piezas más grandes.
Hay instantes en que me parece imposible que ya no estén aquí porque los siento tan, tan cerca que podría tocarlos.
Y todo eso, cazando Pokemons.


jueves, 13 de julio de 2017

Madrid, ciudad para turistas

Nací en Madrid, toda mi vida la he pasado aquí, siempre (hasta ahora) me ha gustado esta ciudad para vivir.
También es verdad que no vivo en el mismo centro.
Siempre se decía que lo que quedaba fuera de la M30 no era Madrid, vivo dentro, al límite, pero dentro.
Me gusta mi barrio, es tranquilo, muy bien comunicado, con metro y autobuses variados, a pocas paradas (y un transbordo) de Sol (sólo Sol, sin Vodafone ni otros inventos) y sobre todo, a escasos 150 metros de uno de los mayores pulmones verdes de la capital. Tengo todo lo que necesito.
Ir al centro siempre ha sido una excursión, de las que se hacen en transporte público, te ahorras el parking y el agobio, el problema ahora es que el "centro" se extiende como una mancha de aceite en un mantel.
Si os digo la verdad, que la pasada Navidad se cortase la Gran Vía al tráfico no me pareció mal, ya os digo que desde el 5 de Diciembre al 10 de Enero ni se me pasa por la cabeza ir por allí. Es verdad que es una arteria muy grande y que dificulta mucho el tráfico en general ese corte, pero, no se puede dar gusto a todo el mundo.
El problema, más que el corte de determinadas vías al tráfico, yo lo veo en el tema de las bicis y los carriles bici.
¿De verdad creéis que los "lugareños" nos movemos en bici?, bueno, sí, mi contrario y mis duendes acaban de salir a dar un paseo en bici..., por un camino forestal que comparten con los runners...

Por mucho que la actual alcaldesa y su equipo se empeñen, Madrid no es ciudad para bicicletas, no es llana, pero mucho peor es la disposición de los carriles bici que están haciendo y peor incluso es la "necesidad" de compartir vial entre coches, motos y bicis.
Creo que, en general, lo del paseo en bici por el Madrid de los Austrias es muy bonito para los turistas, pero los que pagamos impuestos (y el pato de tanto invento) somos los que estamos empadronados en Madrid y pagamos aquí nuestros impuestos.
Yo trabajo en la zona de Chamberí. Es toda zona de aparcamiento regulado, lo que me obliga a pagar un parking todo el año si quiero llevarme el coche.
Vale, no os echéis las manos a la cabeza, por supuesto que podría ir en metro a trabajar, tardaría 15 minutos más de lo que tardo ahora, y eso, a las 8 de la mañana no es mayor problema, pero a las 3, cuando salgo sí, porque si vuelvo a casa en metro para coger el coche, no llego a por mis hijos al colegio.
El colegio de mis hijos está en el extrarradio y no hay metro que valga.
Y salgo y me encuentro en la calle Fernando el Católico un carril separado para el bus y otro para coches, coches, y motos y bicis y furgones de reparto. Y los felices ciclistas, sin casco en la mayoría de los casos, van por mitad del carril, supongo que porque es así como deben ir, pero a su paso... y no te quiero decir nada cuando giran por Vallehermoso ¡que es cuesta arriba!, el acabose. Y no les pites y no les digas que se aparten un poco, porque te llaman de todo menos bonita, eso sí, que se ponga el semáforo en rojo que entonces les falta tiempo para subirse a la acera y seguir pedaleando.
No me gusta compartir carril con ellos, son demasiado vulnerables.
Mención aparte merecen los carriles bici, los han situado el Alberto Aguilera por lo menos, a la derecha de los dos carriles de coches, entre estos y el del bus, con lo que si quieres girar a la derecha, digamos hacia la calle Fuencarral en Bilbao tienes que atravesar entre ellos, parándote en mitad del carril hasta que puedes, ¡y que no coincida con que pase el autobús!.
Esta semana ha habido un accidente terrible en la Calle de Alcalá, la primera víctima de entre los ciclistas. Lo siento muchísimo, por favor no penséis que soy insensible, pero es que me parece que hasta ahora la suerte ha sido demasiada.
En la selva las gacelas y los leones conviven..., como pueden y sin estar en el mismo sitio a la vez.

martes, 4 de julio de 2017

Fin de curso, piojos y neumonía (in crescendo)

Lo he puesto así, de mejor a menos bueno (estoy harta de que me digan que tengo que ver el lado bueno de las cosas).
Mis hijos terminaron el cole el pasado 21 de Junio, ya se que es pronto, pero su cole es así, empieza el último y acaba el primero, eso sí, empieza y termina con la jornada completa.
Como iba contando, con el fin de curso y la ola de calor, los planes de piscina se multiplicaban. Mi Hada había quedado en que el viernes 16 se venía a casa, a la piscina, con una amiga. Cuando la recogí del cole me dijo que se encontraba fatal, que le dolía mucho la cabeza, que estaba mareada y que tenía mucho calor. Sinceramente pensé que tenía una insolación.
Al llegar a casa se puso el termómetro y tenía 38,6ºC, aunque con paracetamol le bajó hasta 37,5ºC.
Por la noche tenía casi 39ºC así que dormí con ella para controlar la fiebre. Se levantó con 38,5ºC. Pasó el día bien, pero la fiebre con el antitérmico bajaba poco y a las 6 horas volvía a subir, no tenía dolor en ninguna parte. Por la noche, viendo que no bajaba nos acercamos a urgencias.
Nada, "un virus" dijeron, que esperara 48 horas más.
El domingo amaneció con 39,3ºC...
No quería volver al médico, y a mi también me pareció precipitado, no hacía ni 12 horas que habíamos salido de allí.
Pero la fiebre no bajaba, así que el domingo por la noche a las 24 horas de la visita anterior volvimos al hospi.
Volvieron a insistir en que no le veían nada, quizás la garganta algo irritada, pensaron que podía tener Streptococo y le hicieron un frotis. Yo insistí en que tenía algo más, que quizás una neumonía...
Me miraron raro, me preguntaron si las tenía frecuentemente, jamás, en casa ninguno había tenido neumonía. Pero puse cara de "aquí no me voy sin un diagnóstico" y accedieron a hacer una placa.
Tardaron 45 minutos en darnos el resultado. Cuando nos llamaron empezaron e entrar enfermeras al box con todo tipo de máquinas. Mi cara debía se ser un poema. La doctora me dijo que tenía una neumonía y no pequeña.
Lo más importante era la saturación y controlar que con antipiréticos de uso doméstico la fiebre bajaba hasta rondar los 38ºC.
Después de un rato nos dejaron irnos, la neumonía estaba encapsulada, no había derrame y saturaba bien. Tenía dos neumonías superpuestas una como de neumococo y otra atípica, así que le chutaron Augmentine y claritromicina a tope, además de los antipiréticos.
Nos mandaron volver el martes, por urgencias.
Y mientras mi niña que lo único que quería era bailar en la fiesta de fin de curso del miércoles...
El martes la revisaron y muy seriamente la doctora le dijo que el más mínimo esfuerzo podría producir un derrame y que entonces el ingreso sería inevitable, que ella vería si un baile de 5 minutos le compensaba una semana mínimo de hospitalización...
No bailó.
De urgencias ya nos derivaron al pediatra de cabecera, fuimos el jueves,  y el lunes, y el viernes. Al final 15 días de antibióticos y revisión con placa hacia el 20 de julio para ver si está limpio ya el pulmón.
El primer martes, después de la revisión empezó a decir que le picaba la cabeza...
No os he contado, pero mi primera incursión en el mundo del piojo fue el 27 de Julio de 2012, justo un día antes de cumplir 40. Hasta ese día nunca había visto un piojo, jamás. Ese día los vi en la cabeza de mi garbanzo, en la de mi Hada ¡y en la mía!, cumplí 40 siendo piojosa por primera vez en mi vida...
Pues eso, que si con la neumonía no era suficiente, encima piojos. Ya hemos hecho los los dos tratamientos (separados por una semana) y uno extra "por si acaso".
No lo soporto chicas, creo que los piojos son, de las cosas comunes, lo que más me saca de mis casillas. De hecho yo creo que los laboratorios sueltan piojos por los colegios, y he desarrollado la teoría de que son grandes nadadores, porque os juro que estoy convencida de que mis hijos los cogen en la piscina.
En fin, que ya estamos de veraneo (que no de vacaciones).
De las notas de mis duendes no digo nada porque me vengo arriba y no soy capaz de dejar de pavonearme.

sábado, 3 de junio de 2017

Dentro de ¡Hola!



Acabo de llegar de Sevilla y si os digo la verdad me hubiera quedado sin dudarlo. Vale que hace calor, pero es tan bonita la ciudad que todo se perdona.

La visita ha sido muy breve. Llegué el jueves a las 7 de la tarde. Tenía cena de protocolo así que me duché y me puse mona. Cenamos en Abades Triana, que es un sitio precioso completamente acristalado frente a la Torre del Oro, no me acuerdo de la cena, no prestaba atención más que a las luces de fuera.
El viernes hice por la mañana un recorrido turístico que se me quedó corto.

 
Pasear por el barrio de Santa Cruz es fantástico, y la plaza de España, pero me faltó entrar en la catedral y en la Macarena y en el Gran Poder.

Si os digo la verdad era un viaje de trabajo de mi contrario y no tenía intención de acompañarle. Coger un día de asuntos propios no me cuadraba. Pero nos pasaron el programa oficial y esa "comida en el palacio de Las Dueñas" me sonó a gloria.

Llamadme hortera pero era la primera vez que el palacio se cerraba para una comida privada, en el patio y me pareció una oportunidad única. No me equivoqué.
Tomamos un aperitivo en el antepatio, gazpachos de remolacha, ajoblanco de hierbabuena, ibéricos y buen vino.

Nos sentamos a cubierto, en mesas dispuestas alrededor del patio pero teníamos permiso para acceder a las estancias que habitualmente están abiertas al público. Me pareció que el palacio tenía duende. No es la decoración, demasiado recargada, es el edificio en sí mismo, son los patios, las fuentes. Al entrar vino a mi cabeza la imagen de Cayetana de Alba, saliendo a la puerta a bailar el día de su última boda.
¡Que señora más lista!. Os diré que la comida empezó a las 2:30 y terminó a las 6:30 y que de verdad mereció la pena.
Y yo, que me vuelvo con la idea de que Madrid ya no es para mi y que necesito otra forma de vida.
Ya he decidido cual será el destino de nuestro viaje en el puente de Diciembre.

domingo, 28 de mayo de 2017

Sin dormir, carreras populares y hospitales. ¿Domingo?, no se

Ya se que el título me ha quedado raro.
No he dormido, bueno, llevo una semana sin dormir por culpa de lo que (creo que) es una bronquitis. Lo creo porque no he ido al médico para que lo confirme, lo creáis o no, no he tenido tiempo, todo es culpa del aire acondicionado que en todos lados han puesto a tope con estos calores.
He medio sobrevivido a la semana durmiendo en el sofá, en cuanto me da la tos tengo que ponerme más vertical.
Esta noche pasada había sido mejor, sólo había tosido entre las 4 y las 5:30 así que a las 8 aún no tenía pensado levantarme. Mi Hada empezó a llamarme a gritos llorando, decía que no podía parar del dolor en su oído izquierdo, se fue a sonar la nariz y con el cambio de presión el dolor que suele irse al minuto no se pasaban.
Ala, sin pensárselo dos veces me pongo lo primero que encuentro y derechita al hospi. ¿Derechita? ¡Ja!. Al llegar al Bernabeu Castellana cortada por una carrera popular. Me repongo del cabreo inicial y me acuerdo de que otra vez, cruzando Castellana por encima y dando la vuelta en la plaza de los Delfines pude acceder desde el paseo de la Habana.
Doy la vuelta y al bajar me encuentro un coche de policía atravesado para no poder pasar hasta allí. En plan "ahora que no miran" me cuelo por un hueco y sigo feliz por Paseo de la Habana. ¿Que me había creído yo que eso acababa ahí?, la carrera subía por Concha Espina así que he tenido que dejar el coche aparcado y subir andando.
Otitis en el oído medio, una semana de antibióticos y mucolíticos.
Ya, pero había que salir del paseo de la Habana..., pues he tenido que esperar un rato a que todos los corredores hubieran pasado y levantaran las vallas. ¿Os lo podéis creer?, a ver, que a mi me parece genial que haya carreras pero  ¿limitar el acceso al hospital es lógico?, me entran instintos asesinos si lo pienso.
Por cierto que Facebook, que es muy chivato me ha recordado que hace 5 años también estaba en San Rafael tal día como hoy. Hoy hace cinco años que le quitaron el port-a-cath a mi Sol.
Un poco batiburrillo quejicoso me ha quedado esta entrada, será que estoy dispersa, eso va a ser...

lunes, 22 de mayo de 2017

La vida en un "LIKE"

Es difícil ser madre, bueno, difícil, difícil, no, es un reto continuo.
Os conté en esta entrada que mi Hada estaba un poco desubicada. Ha mejorado mucho, muchísimo, lo cual le ha costado un esfuerzo sobrehumano y a nosotros muchas horas se ser hombro en que llorar y muchas ocasiones en las que mordernos la lengua e intentar aparentar tranquilidad.
Todo empezó a primeros de curso del año pasado. En el colegio de mis hijos tienen la "cochina" costumbre de rehacer las clases cada 4 o 5 años. Intentan mantener las amistades más consolidadas y  tengo que decir que en la mayoría de las ocasiones lo consiguen.
El caso es que se juntó ese cambio con la revolución hormonal de algunas de las amigas de siempre de mi hija, en concreto de su "mas mejor amiga desde que empezaron el colegio", Mónica.
Mónica se volvió adolescente de golpe, empezó a tener granos, la regla y a usar tanga todo a la vez.
Mi hija se descolocó. Mónica no hablaba más que de chicos, de salir, de conciertos, encontró otro grupo más en su nueva linea y empezó a dar de lado a mi niña.
Hasta ahí todo normal, vamos que las amigas van y vienen y más a esas edades. Pero claro, eso es como la canción de Mocedades, "tómame o déjame" pero no a medias, ahora te adoro (sobre todo si tengo examen y tengo que completar mis apuntes) y después si te he visto no me acuerdo.
Mi hija, con gran esfuerzo por su parte logró hacerse hueco en otro grupo, mucho más niñas, no salen tanto y cuando lo hacen es hasta temprano y nunca a fiestas locas en las que hay alcohol.
Y resulta que eso no mola.
Con gran pesar por mi parte se hizo una cuenta de Instagram  (y yo otra para controlarla) y se siente  frustradísima porque sus fotos no llegan ni de lejos a los "likes" de las de las polulares de su cole.
Tendríais que ver esas fotos, de fiesta, medio en ropa interior, bebidas, o con botellas en la mano, publicadas a las 2 de la mañana...
Es una carrera por un "like" más es un concurso por ver quien consigue más seguidores, da igual quienes sean, les conozcan o no. ¿Es que nadie les ha explicado a estos niñatos los peligros de las redes sociales?, parece que no.
Y yo no sé como explicar a mi hija que la vida no depende de un "like", que la vida se vive de verdad y no en modo "postureo" de red social.
Lo tengo francamente difícil. Somos muchos los padres que tenemos un perfil en Instagram para seguirlos y, como es lógico, somos muchos los padres que coincidimos con varios hijos en varios cursos.
El sábado, el padre de una de las populares me invitó a tomar café mientras el partido de basket de los hermanos pequeños empezaba.
Salió el tema de la fiesta que habían hecho algunos la noche anterior. Me dijo que había dormido poco porque había ido a buscar a su hija a las dos (!!!!!!) y me preguntó a qué hora había ido yo. Mi hija tuvo otro plan más tranquilo de cine con un par de amigas y no fue.
Pero lo que me dejó pasmada es que nos pusimos a comentar las fotos de la bendita fiesta, chicos y chicas en una piscina a media noche, con botellas por todos lados y cuando le comento que a mí me preocupa verdaderamente el tema del alcohol me suelta "que no es importante, que él se lo ha bebido todo, se lo ha fumado todo y se ha metido de todo y que hay que hacerlo antes y después y que cuanto antes se coja su primera mierda antes aprenderá a controlar".
Las fotos son, con mis gafas de mojigata a todas luces lamentables y tienen cientos y cientos de likes y yo me pregunto si alguien les ha explicado a esos chicos que una like no da de comer, no te sopla en los exámenes y no te hace una persona no más (ni menos) responsable.
Esta vida de mentira que viven nuestros hijos es muy dañina.

lunes, 15 de mayo de 2017

Objetivo Eurovisión 2018

Sí señoras sí, ya está decidido, en cuanto sepa dónde será el festival del año que viene, que yo apuesto porque sea el sábado 19 de Mayo, aunque la página oficial da como fecha más probable el sábado anterior, el 12, esta que está aquí se pone a buscar hotel, transporte y entradas para mi y para mi Hada.
El sitio que se baraja es el MEO Arena de Lisboa así que a por ello.
He creado un chat con mis amigas Eurofrikies, si alguna se apunta, estupendo, pero de que mi Hada y yo nos vamos, nos vamos.
Mi contrario dice que no da crédito, ni falta que hace, con que no de el coñazo y me deje en paz para organizarlo a mi modo me vale.
NOS VAMOS A EUROVISIÓN....

Eurovisión 2017: crónica de una muerte anunciada

¡Vaya fin de semana que estoy teniendo!.
El sábado fue agotador, tuvimos olimpiadas colegiales nacionales con mi Sol todo el día, desde las 10 de la mañana a las 8 de la tarde, así que todo fue un corre corre para llegar a casa a las 9 que empezaba Eurovisión.
Todos se sentaron a verlo y entre la tele del salón y la de la cocina, donde estaba yo preparando algo para cenar, fui escuchando, más que viendo, las canciones.
Cuando una me gustaba le pegaba un grito a mi Hada para preguntarle qué país era y decirle si la apuntaba o no en mi papel de favoritas.
Creo que, en general, el nivel de estos dos últimos años no ha sido el de los anteriores ni de lejos.
Pero vamos al lío, repaso mis favoritas.
Sin duda, para mí, la más divertida y con más ritmo fue la de Moldavia, a un festival hay que llevar una canción de festival, con sorpresas como cambios de ropa y ritmo, sí, me declaro fan de las canciones con ritmo. También tengo debilidad por el sonido del saxo, así que esta era, sin duda, mi favorita.
Italia siempre está en mis quinielas, me parece que tienen un gusto excepcional, para todo, y eso incluye la música. Francesco Gabbani y su Occidentalis Karma me parecía divertida, muy conseguida y pegadiza, es era mi segunda apuesta. Por
cierto, su chaqueta de "domador de circo" fue de lo peor que vimos esa noche, ¿dónde, pero dónde se ha visto semejante espanto?. El gorila también me sobraba.
Croacia me impactó, no sabría decir si efectivamente la canción me gusta o no, pero que la capacidad vocal de Jaques Houdeck es incuestionable, lo es. Eso es lo que verdaderamente me gustó, más que la canción en sí.
Suecia nunca defrauda, nunca, no lo hizo ni en 2015 con "Heroes", ni en 2012 con "Euphoria",  sin olvidar por supuesto a ABBA en 1974, este año no podía ser menos. El "I can't go on" de este año tenía todo para ganar, ritmo, imagen... pero no, a mi no me gustaba más que Moldavia, por eso no sabría decir si era mi tercera o mi cuarta opción. (Haciendo un aparte tonto, ¡lo que me gusta a mi un chico guapo con un traje bien planchado, antigua que es una!).
La última de mi lista era Francia, la canción me pareció deliciosa, con ritmo y, aunque cambiaba de su idioma original al inglés, el predominante era el francés. No sé si os lo he dicho pero creo que debería exigirse que cada país cantase en su idioma oficial, al final todos lo hacen en inglés y no me gusta.
Pero vamos a lo que vamos, Portugal. En la actuación en competición me pareció una canción preciosísima ¡cantada en portugués!, pero no era "una canción de festival" y además él, Salvador Sobral me pareció un "triste" (una de mis amigas de chat de Eurofikis decía que parecía que estaba fumado). La canción, sin duda es una maravilla, delicada, sencilla, dulce, ¿merecía ganar?, sin duda, después de oírla al final de la gala, cantada por los dos hermanos tengo que decir que me atrapó. Bien hecho Portugal, bien hecho.
Lo primero que me vino a la cabeza cuando les proclamaron ganadores fue La Virgen de Fátima, por mucho que quiera mis raíces religiosas son fuertes y a veces no logro apartarlas de mi cabeza. El sábado 13 de Mayo se conmemora el día de la Virgen de Fátima y en este año el centenario desde su primera aparición, me pareció mágico.
Y creo que aquí voy a acabar mi crónica de este año, no quiero criticar (bueno a la prima de Heidi sí, madredelamorhermoso qué ridícula) y el título del post ya lo dice todo, ni una palabra más, no merece la pena.

Primera comunión de mi Garbancito

Mi Garbancito crece y crece, mucho más a lo alto que a lo ancho, como siempre. Crece, avanza de curso y llega el momento de decidir si quiere comulgar.
Como a sus hermanos le di la oportunidad de decidir, primero dijo que no, y me pareció bien, pero luego cambió de idea, y también me pareció bien, yo creo que el hecho de que los hermanos lo hubieran hecho le influyó.
Como ocurrió con mis otros duendes, se preparó en su cole y la ceremonia fue también allí, con sus compañeros de clase que es verdad que es muy agradable para ellos.
Ya os comenté (creo) en las otras ocasiones que en el cole todos van iguales, las túnicas nos las proporcionan allí el día de la primera confesión, que es igualmente una ceremonia preciosa a la que vamos padres y abuelos, si podemos. Ese día nos dan la túnica, la lavamos, la planchamos y la devolvemos al cole en una percha con funda y un cartel con el nombre del niño y la fecha y hora de la ceremonia.
Los niños van a cole ese día vestidos como cada uno quiere y allí les uniforman.
¡Qué contento estaba! y eso que llevaba un par de días mas gruñón que de costumbre, pero esa es la manera en que manifiesta sus nervios.
La ceremonia fue preciosa, hicimos muuuuchas fotos (antes y después, durante esté terminantemente prohibido, la que os pongo la saqué disimuladamente con el móvil y sin flash).
Como las otras veces comimos en casa, los de siempre, veinte por junto y montón. Lo pasamos estupendo y cuando ya todos se fueron, se quedaron María, su contraparte y sus piratas a jugar al baloncesto.
Un día perfecto.
Por cierto, os dejo foto de la tarta. Intenté que fuera de "las tartas de Silvia", pero lo han dejado. Por fuera creo que no es tan bonita como las anteriores, pero por dentro era deliciosa, es de un sitio que se llama Auxai Tartas y que os recomiendo sin duda.
Pues eso, que se me han acabado los saraos por ahora...


domingo, 30 de abril de 2017

Retazos de cumpleaños

Mi Sol ha cumplido hoy 12 maravillosos y muy peleados años.
Es un niño feliz, templado, referente para sus amigos, equilibrado y muy cariñoso. Se hace mayor, ya no quiere esos cumpleaños multitudinarios de otros años (el pasado, que lo celebró con su amigo del alma desde siempre eran 30 niños, ¡que comieron en casa!). Este año sólo quiso invitar a su amigo a dormir a casa y a pasar con nosotros casi dos días, y ya de paso, mi Garbancito invitó a otro amigo.
El tiempo no ha acompañado, así que no hemos podido salir a pasear en bici que era la idea. Tenía que estrenar la bici que le hemos regalado.
Como no ha podido ser, han jugado a tinieblas, al escondite, al Twister y con la Wii, mi casa parece Kosovo, pero me da igual él es feliz.
Recuerdo el día que nació y no podía parar de besarle, repetía una y otra vez: "besito en el moflete, besito en el morrete, besito en la nariz, besito en la orejita" y vuelta a empezar. Recuerdo cada día de su vida, aunque algunos me gustaría olvidarlos, recuerdo que pensé cuando nació que mi vida era completa, me equivocaba, aún faltaba mi Garbanzo.
Me gustan mis hijos, ¡estoy enamorada de ellos!.
Feliz cumpleaños mi Sol

viernes, 21 de abril de 2017

21 de Abril de 1992

Lo siento, de verdad lo siento, pero hoy no puedo evitar contaros una batallita.
Tal día como hoy hace 25 años era miércoles, eso he tenido que mirarlo porque de verdad no lo recordaba. Sólo sé que justo después de la clase de matemáticas financieras y ya con la maleta en los coches (2), a la hora de comer pusimos rumbo a Sevilla.
A esa edad yo me comía el mundo, me sentía fuerte, feliz, y, al fin, creía haber encontrado mi lugar. Era el segundo año de carrera y había conocido a dos chicos muy simpáticos que se unieron al grupito de 4 chicas que por aquel entonces éramos.
El año 92 fue muy especial, yo lo recuerdo con mucho cariño, todo en España iba a ser maravilloso, seríamos el centro del mundo civilizado durante muchos meses, primero gracias a la exposición universal de Sevilla y luego gracias a los Juegos Olímpicos de Barcelona.
Yo jamás había salido de mi casa sin mis padres, ni con amigos a pasar vacaciones ni nada similar, pero, se ve que mis padres se daban cuenta de que antes o después tenía que ocurrir, y no pusieron el grito en el cielo cuando les hablé de mis planes para ir a Sevilla. De hecho después de mirar y mirar hoteles, fue mi padre el que nos ayudó a alquilar una casita en Camas para una semana. Allí nos fuimos, María y el que hoy es su contraparte, Natalia, Sonia, el que hoy es mi contrario y yo.
No se bien que magia tuvo la Expo, no se si fue la playa de la Barrosa, no se si fue Cádiz o las largas colas para ver los pabellones, pero sé que a mí me cambió la vida.
Lo disfutamos muchísimo, todos, en grupo, no penséis nada raro, por aquel entonces éramos un grupo muy homogeneo, sin "apartes", pero sí es cierto que, a partir de ahí las relaciones surgieron...
Recuerdo aquel viaje con enorme cariño. Como os podéis imaginar, al final, ese grupo tan homogeneo se rompió. No fue algo traumático pero sí definitivo. Aún hoy pienso en ellas dos y me gustaría mantener alguna relación, pero las cosas fueron como fueron y han pasado 25 años.
Viendo las cosas con perspectiva mi hija debería haberse llamado Triana y alguno de mis hijos Curro.

martes, 18 de abril de 2017

(¿) To er mundo e güeno (?)

¿Os acordáis de esa película de Summers?, yo, la verdad es que si pienso en ella se me dibuja una sonrisa en la cara.
Quiero que esta sea una entrada divertida, quizás por esperpéntica, pero que os dibuje una sonrisa en la cara.
Estoy en un momento de absoluta crisis social en mi vida. Siempre he dicho que no soy especialmente simpática, correcta y educada lo intento, unas veces con más suerte que otras, pero simpática, de esas que van con una sonrisa por la vida, definitivamente, no.
Es más, desconfío profundamente de la gente que sonríe constantemente, me parecen falsos, tonterías mías probablemente.
El caso es que, desde que por obligación laboral tengo que hablar con gente a la que no dedicaría ni un hola por educación, estoy desarrollando un, ¿odio?, ¿asco?, ¿desprecio?, por según qué gente.
Esto se traduce en un "autismo" auto impuesto fuera de mi puesto de trabajo. Me cuesta mucho hablar con la gente, no me apetece y en general creo que me aporta poco positivo.
Es diferente la actitud de la gente dependiendo a quién se dirijan y en qué circunstancia. Si van a comprar, a la frutería pongamos por ejemplo, están en manos del tercero que les servirá un mejor o peor género según les conozca más o menos  y además les cobrará por ello sin regateo posible, sacarán por tanto su lado dulce y su mejor sonrisa.
Por contra, cuando alguien acude a una entidad bancaria en la que tiene depositados sus ahorros y no va a pedir financiación (ojo, esto último es el hecho diferencial), adoptan por lo general una posición de superioridad absurda en la que ellos son los dueños del cotarro.
Y yo tengo muy poca paciencia y por lo general ellos mucho tiempo libre y poco que hacer.
El caso es que ya no espero nada positivo de nadie, desgraciadamente sé que, hasta en los casos más cercanos a mi, la cara más amable sólo sale a relucir cuando se espera algo a cambio.
En todo ese bucle negativo me encuentro cuando, de repente, sin ton ni son, a veces creo que no toda la humanidad está perdida.
Ayer, sin ir más lejos, ¡me cambiaron el asiento en el tren para poder ir sentada con mis duendes!. Fue tal la emoción que casi me abalanzo sobre el encantador señor que me cambió el asiento y le planto un beso en los morros, quien sabe si eso le hubiera alegrado el día como me lo alegró a mí su detalle.
Va por él este post.
Por cierto, las vacaciones en la playa, estupendas, en este caso lo de "lo bueno si breve, dos veces bueno" no aplica.


domingo, 19 de marzo de 2017

Citius, altius, fortius.

Lo que tiene de bueno eso de que ahora las revisiones de mi Sol sean anuales, es que te relajas. Lo que tiene de malo es que el relax esta vez ha llegado hasta el 14 de Marzo, desde el 22 de Diciembre que hicimos la analítica.
Todo tiene su explicación, la doctora Marta Baragaño y el Doctor Madero cambiaron de hospital ahora hace un año. Es verdad que podrían haberle revisado en su hospi y punto, pero una leucemia no es un catarro y yo me quedo más tranquila si lo ven los de siempre.
Pues eso. El 22 de Diciembre vimos la analítica básica y estaba bien, así que hasta mediados de Enero no la tuvimos completa. Entonces empezamos el periplo de especialistas, endocrino y nefrólogo.
El endocrino ve, yo yo también sin ser endocrino, que mi niño está a punto de empezar con el estirón, sus hormonas están más altas, pero sobre todo, su cuerpo está cambiando. Todo en orden... salvo el colesterol.
Con el nefrólogo la cosa cambia algo, hay demasiado calcio en su sangre y en su orina, parece como si los lácteos que como fueran demasiados y no es así. Lo del colesterol es un poco culpa de todos, es cierto que parece que tiene una predisposición genética a tenerlo alto, pero no es menos cierto que no hay manera de que coma verdura y mucho menos fruta.
Os lo que comentado en otras ocasiones, la verdura se la disfrazo de mil maneras, en salsas, purés..., pero la fruta no hay manera.
No come embutidos, ni grasa, ni bollos, aunque si galletas y cereales. El caso es que con todo el deporte que hace debería ser suficiente, pero no lo es.
El caso es que la nefróloga le mandó repetir la analítica en junio.
Como os decía, el martes 14 tocó ver a la oncóloga, todo en orden salvo un parámetro, no recuerdo cual es, que indica rotura elevada de glóbulos rojos (?).
Ya en los primeros resultados salió la bilirrubina alta y decidimos comprobar si había heredado la enfermedad de Gilbert de su padre y así es.
No es nada severo, sólo una insuficiencia del páncreas para controlar la bilis. Si la rotura de glóbulos rojos fuese alta, asociada con el Gilbert el niño se pondría de color amarillo limón, estaría extraordinariamente cansado y su orina sería oscura.
Por suerte nada de eso ocurre.
El caso es que nunca, en todas las analíticas que se le han hecho y son miles, nunca, había llamado la atención ese parámetro de los glóbulos rojos, y puede deberse a varias causas, una viriasis, un exceso de deporte (los corredores de maratón lo tienen) o si por el contrario es un síndrome metabólico (según ella no lo parece), pero claro, "ya que lo hemos visto" y como de todas formas íbamos a pincharle en junio, pues lo hacemos en oncología pediátrica y lo analizamos todo.
Me da penita por él, me gustaría ahorrarle el pinchazo, pero mira, así no se pasa un año sin que veamos como van las cosas.
Pero todo esto, que altera mi sueño, mi vida y mi tranquilidad, a él le es completamente ajeno, para empezar porque a esta última revisión no le llevamos. Él sólo piensa en ser feliz, en los deberes y en la liga de baloncesto colegial.
Es bueno jugando al basket, muy bueno. Y yo le veo pelear, saltar, sudar y encestar y sólo se me ocurre decirle lo que pone en el titulo, más lejos, más alto, más fuerte...
Te quiero mi Sol.

domingo, 12 de marzo de 2017

Viendo "Lo que de verdad importa", con él.

Este esta siendo un fin de semana raro.
Mis duendes no tienen partidos de basket de esos que nos hacen estar a las 8:45 de la mañana en Getafe o Pinto. Parece mentira, pero de repente te sobra un montón de tiempo el sábado por la mañana.
Mi contrario quería ir a Segovia, yo prefería La Granja y sus jardines y mis duendes preferían en sofá de casa y las consolas que tienen prohibido tocar entre semana.
Para terminar de rematar, a Garbanzo le invitó un amigo a pasar la tarde en su casa y dormir, así que, se me ocurrió que era el momento perfecto para ir con mi contrario, mi Hada y mi Sol a ver "Lo que de verdad importa".
No esperaba una película de Oscar, porque no lo es, pero sí una comedia amable, con final feliz y sentimientos y en eso no me defraudó.
Me gusta Paco Arango. Siendo un tío que lo tiene todo para vivir tranquilamente, se dedica a ayudar, ¡no me digáis que no tiene un mérito tremendo".
La película me gustó. Se me hizo raro ir sólo con dos hijos, la falta de costumbre.
Supongo que habéis oído el argumento, Alec, un descerebrado (y cañón) chaval a punto de cumplir los 30 con una vida completamente descarriada, recibe el ofrecimiento de un tío carnal, al que no conoce de nada, de hacer frente a todas sus deudas a cambio de que se vaya a vivir un año a Nueva Escocia.
Cuando llega encuentra una vida distinta, y un pueblo que espera que "el don que aún no le ha sido revelado" les ayude.
Alec es "el curandero", aunque aún no lo sabe. Es un raro don que se le concede a su familia en generaciones alternas y que le concede curar a la gente sólo con verles. Cuando lo descubre lo rechaza.
Vive a lo loco, su vida es triste, sin padres y con un único hermano gemelo muerto de cáncer dos años atrás, ese don es demasiada responsabilidad para él.
Y entonces conoce a Abigail, una chica de 14 años con un cáncer terminal cuyos padres han conducido durante horas para llevarla "al curandero" como última esperanza.
El personaje de Abigail es tremendo. Supongo que a esa edad eres perfectamente consciente de que vas a morir y me parece tremendo que, aún sabiéndolo, quiera darles a sus padres la esperanza, que ella no comparte, de que Alec puede curarla.
Después de un fin de semana con ella, Alec se da cuenta de que si no hubiera renunciado a su don, podría haberla curado...
Yo no lloré, a veces creo que se me han gastado todas las lágrimas ya, pero mis hijos y mi contrario sí.
Yo sufría, pensando en qué se le estaría pasando a mi Sol por la cabeza. Cuando a él le diagnosticaron era muy pequeño para entender nada y llegar a saber el alcance de todo aquello, pero ahora...
Él sabe que la gente se muere de cáncer, ¿qué pensará, cómo hilará que él tuvo algo de lo que la gente se muere?.
Llamadme cobarde, pero no tengo el valor de hablarlo con él .
Al final el cáncer de Abigail remite y Alec entiende que tiene una misión en la vida.
Recomendable sin duda.
El martes tenemos los resultados completos y finales de la revisión que empezamos el 22 de Diciembre, tenemos cita con oncología pediátrica.

sábado, 4 de marzo de 2017

La importancia de las palabras ... o el desprecio del mensaje

O lo que es lo mismo, "La preferencia de las formas frente al fondo"
Copio literalmente de Internet:
El Rey sin Dientes.
Un Sultán soñó que había perdido todos los dientes. Después de despertar, mandó a llamar a un adivino para que interpretase su sueño.
“¡Qué desgracia, mi Señor!” exclamó el adivino, “cada diente caído representa la pérdida de un pariente de vuestra Majestad”.
“¡Qué insolencia!” gritó el Sultán enfurecido, “¿Cómo te atreves a decirme semejante cosa? ¡Fuera de aquí!” Llamó a su guardia y ordenó que le dieran cien latigazos.
Más tarde ordenó que le trajesen a otro adivino y le contó lo que había soñado. Éste, después de escuchar al Sultán con atención, le dijo: “¡Excelso Señor! Gran felicidad os ha sido reservada… ¡El sueño significa que sobreviviréis a todos vuestros parientes!”
Iluminóse el semblante del Sultán con una gran sonrisa y ordenó le dieran cien monedas de oro.
Cuando éste salía del palacio, uno de los cortesanos le dijo admirado: “No es posible! La interpretación que habéis hecho de los sueños es la misma que la del primer adivino. No entiendo porque al primero le pagó con cien latigazos y a ti con cien monedas de oro.
“Recuerda bien, amigo mío”, respondió el segundo adivino, “que todo depende de la forma en el decir… uno de los grandes desafíos de la humanidad es aprender el arte de comunicarse”.

¡¡¡¡¿Aprender a comunicarse?!!!

Lo se, soy muy bruta.
Ya os lo he comentado en otras ocasiones, la gente que se queda en las formas y no llega la fondo me saca de mis casillas. Las palabras grandilocuentes y rebuscadas, modernas y de nuevo uso no son lo mio.
Vuelvo a la fábula.
Probablemente, si el Sultán me hubiera llamado a mí, hubiera sido aséptica. Le hubiera contado sin más que cada diente significaba la muerte de un familiar pero no la suya. Y lo hubiera dejado ahí. Ni hubiese dicho "¡Qué desgracia, mi Señor!", ni "Gran felicidad os ha sido reservada" porque, sinceramente, sobrevivir a toda la gente que amas no me parece una felicidad.
Pero a menudo la gente se deja engañar por exclamaciones grandiosas y no mira el fondo del asunto.
Es un hecho, somos una cultura (sociedad) de formas, donde al fondo no se le da la importancia que tiene, porque, no nos engañemos, para llegar a entender el fondo, hay que pensar y pensar no es una cualidad a la que se de importancia últimamente. De hecho, es mucho más fácil mantenernos el el rebaño diciendo "beeee" y que sigamos todos pastando.

jueves, 2 de marzo de 2017

Rugby en Edimburgo

No, no me gusta el rugby.
Pero a mi contrario sí, y mucho.
No, a mí jamas se me hubiese ocurrido ponerme a buscar entradas por internet para un partido del Seis Naciones, pero al hermano de mi contrario sí.
Pues eso.
Al menos me preguntó si tenía algún inconveniente o plan preparado para el fin de semana del 25 de Febrero y como no lo tenía y sabía la ilusión que a él le haría, se encargó de organizarlo todo.
No lo hizo mal, las cosas como son.
La idea era darle una sorpresa, como regalo por su próximo cumpleaños que será en unos días, pero eso sólo pudo ser a medias. Organizar a los duendes y sus partidos de basket y entrenamientos requiere de una ingeniería nada sencilla.
Hasta hace quince días no lo supo todo. Se emocionó.
Salimos el viernes 24 por la noche. Vuelo directo a Edimburgo a donde llegamos con un frío horrible, lloviendo y con viento y encima los taxis no venían.
Torpes que fuimos porque el tranvía te deja en el centro de la ciudad.
El sábado madrugamos para ir a recoger las entradas. Aprovechamos la mañana en la ciudad comprando polos (de rugby, obviamente) para los chicos y para la hora que abrían el estadio ya estábamos allí. ¡Qué ambientazo!, música en directo, comida de diferentes tipos, seguidores de ambos equipos juntos, revueltos y completamente respetuosos unos con otros ¡y ni un solo papel, vaso o botella por el suelo!.
Me fascinó el hecho de que muchos de ellos iban con kilt (falda típica) y en absoluto se les de ridículos, es muestra de orgullo y yo lo admiro.
Llovió durante el partido y al terminar.
Yo no entiendo ni pun, pero es verdad que los "ensayos" molan.
Ganó Escocia, por primera vez en diez años.
Salir de allí nos costó la torta, desalojar el estadio de Murrayfield con 80.000 espectadores lleno a rebosar lleva su tiempo.
Salimos a cenar y fue toda una aventura, no se nos había ocurrido hacer reserva y estaba todo completo.
El domingo nos levantamos con un sol radiante y salimos a pasear por la ciudad. Yo ya había visitado el castillo pero mi contrario no, y le apetecía. ¡Lo que nos pudo caer encima!, ya ni nos molestábamos en resguardarnos de la lluvia.
Cuando llegamos al hotel a la hora de comer a recoger el equipaje, nos secamos como pudimos y salimos hacia el aeropuerto. En tranvía, por supuesto.
Decir que lo pasamos genial es quedarse cortos. Lo disfrutamos mucho.
Yo, siempre pensando en los duendes, creo que es una ciudad que se presta a un viaje rápido de fin de semana, que los transportes son muy buenos y que la ciudad tiene un tamaño muy manejable para caminar. Tengo que estudiarlo con detalle.
Veis, lo que se dice aficionada al rugby no me he hecho, pero a una escapadita de fin de semana no le digo yo que no, sea cual sea la excusa.


domingo, 19 de febrero de 2017

50 Sombras más oscuras, la película

No voy a deciros que estaba ansiosa por ver la segunda parte de la tan famosa saga, pero sí que, como la vez anterior, quedar para ver la película con unas amigas me pareció divertido.
Así lo hicimos. Nada de ir al estreno, que la "obra" no merece tal esfuerzo, mejor entre semana, por la noche a una hora cómoda y haciendo escapada de chicas, cena, copa y cine con palomitas.
Me gustó la película, como en la ocasión anterior, es mejor que el libro, aunque en este caso, el libro empiece a tener un argumento más definido que en el anterior y en la película no termina de discernirse.
Como siempre, la parafernalia de "tío rico" impresiona, la verdad es que ya me gustaría a mí tener un apartamento con las vistas que tiene el del pollo ese en Seatle...
Me hizo gracia el duelo de "operaciones de estética" entre Marcia Gay Harden, que hace el papel de Grace, madre de Chistian y Kim Basinger, que hace de Sra. Robinson. En general diría que el cirujano que operó la nariz de Basinger se lució más ...
Pero ya dejando a un lado esas consideraciones estéticas os diré que sentí un profundo miedo por los grupitos de adolescentes, que en algunos casos dudo que llegasen a la mayoría de edad, que allí se veían y os digo por qué.
Una mente joven, no sé si tan inexperta como a esa edad las supongo yo, son presas fáciles de asumir comportamientos patológicos como normales e incluso románticos o deseables.
Christian Grey es un enfermo, él mismo lo sabe y lo reconoce ante Anastasia, es un sádico. Eso, que no deja de ser peligroso, es algo que llama la atención sin duda. Digamos que, si alguien insiste en ponerte unas esposas, asumes que, o bien es un juego del que estás dispuesta a participar, o no, pero hay comportamientos muy sutiles en la película que son, de lejos, mucho más preocupantes.
Ya en la primera secuencia, Christian Grey compra toda una serie de retratos que un  amigo de Anastasia ha hecho de ella y que cuelgan en una galería porque "no quiere que nadie más la coma con los ojos" (¡!). Seguidamente se van a cenar para arreglar su relación y cuando la deja en casa le da un estupendo paquete que ella abre (y acepta) sin sorprenderse, un teléfono último modelo para tenerla permanentemente localizada y un portátil...
La frase "eres mía" la repite sin atisbo de remordimiento y ella la asume como un hecho sin cuestionarlo.
Una chica joven, lista, supuestamente con buena formación y futuro prometedor como editora de libros y es una pusilánime que no sabe decir "NO".
Un "novio" que no "permite" que vayas a un viaje de trabajo si no es él quien te lleva (y te vigila) y una niña tonta a la que el rico guapo, en mitad de un restaurante le ordena que se quite las bragas, ¡y se las quita sin decir ni mu" no son comportamientos normales.
Suerte que mi hija aún no está en edad de ver semejante película, pero si lo estuviera, yo iría con ella, yo le explicaría que una "no es de nadie", que se puede quitar las bragas donde y cuando quiera a voluntad propia, no porque otro se lo ordene y que es más fácil mantener la dignidad con ellas puestas.
Más allá de esto, que es lo verdaderamente peligroso, los "juguetes", "bolas chinas" y lencería sugerente sí que me parecen juegos en los que participar, si es de manera consentida, no me parece mal (ni bien).
Por cierto que hay una escena (dejad de leer si no queréis que os rompa la magia) en la que juegan con una barra fija que se abre y cierra, con dos correas que sujetan los tobillos. En un momento dado, él levanta la barra y sin más la da la vuelta en la cama. ¡Os juro que me entró un ataque de risa!, a mí y a mis amigas porque, como decía una de ellas, si mi marido intenta hacer eso está con lumbalgia tres meses y es que o él es Superman y ella una muñeca de cuarto de kilo o tal maniobra es digna del increíble Hulk.
Pues eso, que para una velada de amigas es entretenida, pero mantened a vuestras hijas informadas de que eso no es amor ni nada que se le parezca.
PD: la escena en que él le ordena a una "antigua sumisa" que se arrodille y la otra lo hace es de traca.
Se ve que no tengo alma de sumisa.

martes, 14 de febrero de 2017

Cosas que me hacen feliz

  • Me encanta despertarme por la mañana, despertarme yo sola, sin que suene el despertador, sin prisas, y estirarme, despacito.
  • Me gusta acercarme a las camas de mis hijos y verles dormir, y darles mil besos y acariciarles el pelo y repetirles al oido que les amo.
  • Me gusta ver a mi contrario a mi lado en la cama, no me gusta dormir sola.
  • Me gusta saber que llevamos juntos casi veinticinco años (tres meses nos faltan).
  • Me gusta el zumo de naranja y los copos de avena para desayunar.
  • Me gusta abrir la ventana en invierno y que el frio me de en la nariz.
  • Me gusta pasear por la playa y mirar el mar.
  • Me gusta leer el periódico empezando por la última página.
  • Me gusta mirar la lluvia detrás de un cristal con una taza de té en las manos.
  • Me gustan las risas de mis hijos y sus regañinas.
  • Me gusta tener una hija con la que "ir de trapos" y de la que ser cómplice (nunca amiga).
  • Me gusta...
  • Me gustaría no olvidar a ratos todo esto que me gusta.
Feliz día de San Valentín, porque a mí, sea o no sea una fiesta comercial, me gusta.

viernes, 20 de enero de 2017

Algún día hay que volver

Feliz año nuevo a todas, ¡qué ridículo decirlo a 20 de Enero!. Es lo que hay.
Quiero empezar, volver, escribir, contaros, que me contéis. Quiero tantas cosas, que en realidad sólo quiero una, tranquilidad.
Terminé el año de vacaciones, estupendamente, con los niños en casa echando raices en el sofá y yo cocinando mucho y disfrutando de ellos.
Un año más, las cenas de relumbrón se hicieron en casa, así que me tocó pensar el menú. Es un rollo decidir, luego hacerlo no tanto.
Los duendes no tenían preferencias en cuanto a la cena de Nochebuena, así que me fui a lo tradicional porque me apetecía mucho.
Preparé muchos aperitivos variados, lombarda con pasas, piñones y manzana y pularda rellena. Por supuesto no faltó como postre la tradicional compota de Navidad que tanto le gusta a los abuelos.
Fue una cena tranquila, en familia, los cinco de casa y los abuelos, hicimos risas y disfrutamos, además yo tuve la oportunidad de estrenar un precioso mantel plateado que había comprado a finales de las rebajas del año pasado. A mis hijos no les gustó el mantel (de todo tienen que opinar...).
El día de Navidad amaneció temprano, se ve que Papá Noel hizo ruido en el tejado y despertó a los duendes. Vino cargado, especialmente para ellos, aunque algo para los grandes también dejó.
Fuimos a comer en Navidad a casa de la otra abuela de mis duendes, con el resto de familia de mi contrario.
Los días siguientes transcurrieron tranquilos, alguna salida esporádica y mucho sofá, como os he dicho antes.
Fin de año es una de las noches favoritas de mis niños, se pueden quedar hasta tarde y nadie les manda a dormir, especialmente mi Garbancito que disfruta como nadie.
Como la cena de Nochebuena la había elegido yo, les dejé a ellos elegir la de Nochevieja. ¿Y qué elogieron?, patatas, no podía ser de otra manera.
El año pasado unos quisieron patatas fritas con huevos y los otros patatas guisadas viudas, este año les dije que tenían que ponerse de acuerdo, y fue fácil, patatas a la importancia.
No las había hecho nunca, así que me busqué varias recetas, todas muy parecidas, y elegí la que más me gustó. Me salieron dos perolas enormes de patatas y no creáis que sobraron demasiadas, la verdad es que me dijeron que estaban riquísimas (yo no las probé).
Pero lo que fue verdaderamente lucido fueron los postres. Hicimos una variante de los tradicionales troncos de Navidad. El de chocolate era el de siempre, pero con el que nos superamos fue con el "tronco de Navidad Red Velvet", os dejaré la receta cuando tenga un rato.
Esa noche a mis hijos sí que les gustó la mesa, estaba muy colorida, con el mantel rojo y pampanitos. Fuimos uno más, porque como siempre, vino la otra abuela de mis hijos, jugamos a las adivinanzas, a las palabras encadenadas y a no se cuantas cosas más hasta que llegó la hora de las campanadas.
No creáis que nos acostamos muy tarde, no serían más de la una. El día de año nuevo lo pasamos en casa de la otra abuela de mis hijos.
El día 2 ya empecé a trabajar...
(obviaré el tema)
El día de Reyes amaneció súper temprano, los cochinos de los camellos de los Reyes lo habían dejado todo hecho un asco, menos mal que no se comieron los regalos también. Hemos debido ser muy buenos, porque nos trajeron muchas cosas, ya os contaré. Quiero ver si encuentro fuerza para hacer una entrada con mis regalos, que son muy chulos.
También me falta la entrada del Roscón, que como siempre, merece capítulo aparte.
Y colorín, colorado, las Navidades se han acabado. Las Navidades, y si me descuido, también el mes de Enero.
Me tengo que poner las pilas, que me faltan muchas cosas que contaros.