Hola

Quiero daros la bienvenida a todos los que estáis aterrizando en el Reino de la Mermelada por primera vez. Esta es una ventana abierta a través de la que podéis asomaros a lo que es mi día a día. Si llegáis aquí buscando respuestas o información sobre la leucemia infantil, que sepáis que las respuestas están en vosotros mismos, yo sólo puedo compartir las mías. Agarraos fuerte que vienen curvas.

martes, 26 de abril de 2016

Y mientras tanto...

Y mientras mi vida laboral lastra mi estado de ánimo la vida sigue.
Sigue porque mis hijos no paran, porque el resto de quehaceres del día a día hay que irlos cumpliendo y al fin y al cabo es una suerte que así sea porque muchos días si no me quedaría sentada en un rincón sin moverme.
Entiendo que es una debilidad mía, pero no se parcelar mi vida con candados, si mi vida laboral supone un problema, ese problema afecta al resto de mis parcelas, aunque intente que no sea así.
Mi vida doméstica también se resintió.
Desde que mi Sol enfermó, en casa contaba con ayuda de dos personas, una, mi segundo par de manos desde hace 12 años y otra más, que, dependiendo de como y cuando podía ser interna o durante toda la tarde hasta las 10 de la noche.
Cuando en verano empecé a plantearme la excedencia pensé en recortar gastos, es que necesariamente tiene que ser así, no tengo una máquina de hacer billetes, pero no quería despedir a nadie. Mi tercer par de manos, en agosto me avisó de que en Septiembre volvería a su país y yo me alegré, por ella y por mí.
Por otro lado, mi segundo par de manos, con el paso de los años ha ido reduciendo su horario, es lo lógico, si yo pido tiempo para estar con mis hijos no puedo ser fariseo y no concederle lo mismo a ella. Así que, cuando llego de las recogidas de duendes, con y sin extraescolares, empiezo con plancha, lavadoras, cenas y demás. Y claro, sin nadie en casa por la tarde se acabó el salir a correr o al gimnasio. Eso, unido a mi ansiedad y a la facilidad con que engullo y a la falta de tiempo en general me lleva a un deterioro físico que salta a la vista a cualquiera que me conozca, 6 kilos más, pronunciadas ojeras, las manos sin arreglar y ropa que intenta tapar chichas más que otra cosa.
Eso además de las canas...
Y por ahí tenía que haber empezado.
Las canas me salen a lo Morticia Adams, en un mechón en lo alto de la frente. El año pasado en Septiembre me decidí a darme un baño de color en la peluquería, la verdad es que quedó muy parecido a mi color, aunque yo lo veía un poco más oscuro.
Lo malo que tienen los baños de color sin amoniaco es que se van con los lavados y mucho aguanté hasta finales de diciembre, pero el día 26 ya no quería no mirarme al espejo. Llamé a la peluquería pero no abrían, así que ni corta no perezosa me fui a la perfumería y me compré un tinte no permanente, el Casting Creme Gloss de L'Oreal en color "rubio" sin apellido, ni dorado, ni cobrizo, ni
ceniza, ni claro ni oscuro. Me lo di por la noche ¡y me quedó genial!, más contenta que me quedé que no veáis, había encontrado la solución a mis canas.
La verdad es que dura bastante, el envase pone que 28 lavados. Yo no diría tanto. Quizás entre 20 y 22, entre 8 o 9 semanas a entre dos y tres lavados a la semana, así que a finales de febrero otra vez tenía mis canas.
El domingo 28 me puse a teñirme de nuevo por la noche, total, el riesgo estaba medido. ¡Ja, eso creía yo!, hice todo igual, bueno, casi todo. esta vez me puse un gorro de ducha, debió de ser eso lo que despertó a la bestia escondida en el tinte. El pelo me quedó naranja, pero naranja butano, bueno, quizás butano no, pero naranja.
Y lo peor no fue eso, cuando fui a la playa en Semana Santa se me quedó de un color paja que echaba para atrás.
Mi marido empezó a llamarme Pipi (Calzaslargas) y además hizo una encuesta entre mis hijos a ver si me parecía a Pipi o a Naranjito, ya veis que poca vergüenza y yo lavándome el pelo sin parar. Ahora ya está naranja sólo por algunos trozos, las canas asoman y por la parte de abajo se ve mi color original.
Por mucho que lo odie, creo que esto sólo va a ser capaz de arreglarlo la peluquera. Aprovecharé que tengo una comunión e iré a subsanar el desaguisado y de paso a peinarme, ya os contaré.
Esta semana me he pintado las uñas, de rojo, por animarme un poco, eso sí, las ojeras no hay maquillaje que las tape.
Y hablando de maquillaje, tengo que hablaros de la última base que he descubierto, y que, dejando aparte las ojeras, me encanta. Eso lo dejo para otra entrada, un poco más frívola.
Por cierto, el 13 de marzo cumplí 8 añazos como bloggera. Gracias por estar ahí

viernes, 15 de abril de 2016

Lo intento

Gracias por dejarme dos días seguidos una contestación en la anterior entrada diciéndome que me echáis de menos, de verdad que casi se me saltan las lágrimas, pero es que estoy bastante tontorrona.
La vida sigue y yo sigo subiendo el Everest cada día y nadando el Amazonas contra corriente, la verdad es que tengo suerte de seguir contándolo.
No quiero ponerme dramática, hay circunstancias infinitamente peores que la mía así que me limitaré a contaros intentando no dramatizar (demasiado).
Esto es un suma y sigue de lo que os contaba el 9 de Enero, esa excedencia de la que os hablaba con pacto de vuelta con fecha pactada y firmada.
Después de muchos meses de insistir, hace apenas unos días me llamaron para decirme que sí, que a partir del 1 de mayo podía irme para volver el 3 de mayo de 2021, eso sí, les tenía que contestar en esa misma llamada, les dije que sí, por supuesto y colgué tan contenta.
Si es que no se puede ser ingenua cuando estás entre mala gente.
La alegría me duró media hora, lo que tardé en llamar a mi contrario, a mis padres y a algunos de mis amigos.
Volvió a sonar el teléfono, es que "se les había olvidado contarme un detallito". El detallito es que mi centro de trabajo es la ciudad de Madrid, y en el contrato de la excedencia "tenía que poner" que el regreso se produciría a cualquier centro de La Comunidad de Madrid.
Lo mismito es trabajar en la puerta del Sol que en Aranjuez...
Me quedé petrificada, les dije que tenía que pensarlo.
Llegué a casa y me puse a buscar mi contrato original de trabajo y el convenio en vigor. Esta claro, esa "clausula" supone una modificación sustancial de mi contrato de trabajo tipificada en el Estatuto de los trabajadores.
Así se lo hice saber al departamento de Recursos Humanos, pero claro, ellos son muuuuucho mas listos que yo, para que sea una "modificación sustancial" debe ser impuesto por la empresa y en este caso no lo es, porque es un contrato que puedo firmar o no, vamos si yo quiero la excedencia la firmo, y sino no la firmo, así de fácil.
No es una modificación sustancial, es sólo un chantaje.
No hay más, no les saco de ahí.
La verdad es que no me lo tomé tan mal, pero es que llevo desde febrero siendo de nuevo pastillera. El loquiatra encantado, fui y le dije que estaba dispuesta a tomarme lo que fuera con tal de no pensar y mira, lo he conseguido.
Esta que vive en mi cuerpo serrano no soy yo, pero mira, no se está tan mal, me da todo igual, no me altero por nada, hago lo que no he hecho en toda mi vida, dejarlo todo para mañana y además sin remordimiento, que no hay nada que comer, se llama a Telepizza, que no nos apetece, pues nos acoplamos en casa de los abuelos, que los duendes se pelean, mientras la sangre no me toque recogerla ni me altero, veis, mola.
El no reaccionar no significa que no vea las cosas y que no me preocupe por ellas, pero no como lo hago cuando soy yo, en realidad pocas cosas me parecen importantes.
Sólo hay una que me tiene preocupada, mi Hada. Lo está pasando fatal en el colegio. Está en una edad difícil. Su amiga del alma desde que tenía 3 años está muy adolescente y se ha juntado con otras niñas que no se llevan bien con mi hija, bueno, son cosas que pasan.
El problema es que mi amor no encuentra su hueco y vuelca todo su esfuerzo en lo único que se ve capaz de controlar, sus estudios, pero hasta un punto obsesivo. Si vamos de paseo se graba la lección en el móvil  va escuchándola. El último examen que le salió fatal porque sacó un 9,5 nos costó un mar de lágrimas.
No puede seguir así, no es sano, así que hemos buscado un coach para reconducir eso, acabamos de empezar y ella sigue mal.
También hay cosas buenas y divertidas, no creáis que no. Mis esfuerzos por adelgazar van dando frutos. He perdido 5 kilos desde el 7 de Enero, vuelvo a entrar en casi toda mi ropa de hace dos años, eso me anima.
Tengo que contaros mil cosas más, pero no se cómo ni cuando. Intentaré buscar un hueco y sobre todo una taza grande de energía para poder hacerlo.
Gracias por estar ahí.