Hola

Quiero daros la bienvenida a todos los que estáis aterrizando en el Reino de la Mermelada por primera vez. Esta es una ventana abierta a través de la que podéis asomaros a lo que es mi día a día. Si llegáis aquí buscando respuestas o información sobre la leucemia infantil, que sepáis que las respuestas están en vosotros mismos, yo sólo puedo compartir las mías. Agarraos fuerte que vienen curvas.

lunes, 28 de diciembre de 2015

Redondo en salsa de fruta dulce

No tengo demasiada energía para escribir. Actualizar el blog con quejas y reproches no me gusta, así que lo dejo de lado, pero hace tiempo que quiero dejar escrita una receta de las que te sacan de un apuro para dar de comer a mucha gente, que se puede preparar con anterioridad y con la que quedas estupendamente, redondo de ternera guisado, pero guisado en plan festivo, ya veréis.
Ingredientes:
  • un redondo de ternera. yo lo pongo como de 1 kilo, pero podéis hacer dos, en la olla cabe "de pie". Al comprarlo le pido al carnicero que ponga dentro una tira de panceta para que quede más jugoso, y que lo ate, para que no se desmorone.
  • un par de cebollas grandes
  • un par de zanahorias grandes
  • un diente de ajo
  • 3 manzanas golden
  • 100 gramos de pasas sin pepitas
  • 100 gramos de ciruelas secas sin pipo.
  • 100 gramos de orejones de melocotón o albaricoque.
  • un poco de vino blanco
  • agua
Preparación:

En la misma olla rápida donde luego voy a cocinar el guiso pongo un poco de aceite para dorar el redondo por todos los lados, de esto sí tengo foto.
Una vez dorado lo saco y lo dejo aparte. Corto entonces el resto de ingredientes en trozos grandes y lo voy dorando poco a poco. Cuando ya casi está doradito, pongo un buen chorro de vino blanco y dejo que se consuma.
Entonces meto el redondo, como os digo, si son dos, los acoplo como puedo, pero en una sola olla. Añado agua hasta cubrir lo que sería la fruta, no el redondo entero, por supuesto, cierro y dejo cocer 40 minutos desde que el tapón ha salido por completo.
Cuando la olla se puede abrir saco el redondo, y ya quito la cuerda. Veo cuánto caldo ha quedado y a menudo retiro bastante antes de triturar todo con el batidora, prefiero ir añadiendo poco a poco si veo que queda muy espeso que dejarlo demasiado aguado.
Pues ya está. el redondo se corta en filetes finitos, si sois habilidosas se puede poner en la fuente ya partido pero sin perder la forma, y se añade la salsa.
Para acompañar hay varias opciones. Yo suelo poner ciruelas, pasas y orejones cortados en trocitos pequeños y los dejo macerar en vino dulce como 24 horas, lo sirvo templado. También suelo poner puré de patata y si ya tengo más tiempo y más ganas hago puré de manzana, sin sal ni azúcar.
Es muy fácil, ya veis. Este año el redondo fue el plato principal de mi cena de nochebuena.

sábado, 12 de diciembre de 2015

NY no es ciudad para viejos


Ahuyentando los fantasmas decidimos volar.
Pero volar literalmente, irnos al otro lado del océano y vivir unos días agotadores dando a los duendes la oportunidad de conocer "el país más rico del mundo
".
Hicimos muchos números, cuadrar los días de vacaciones, el calendario escolar y los partidos de liga infantil de basket no es tan fácil como parece. Además a eso le sumas que los billetes de avión a partir del día 8 de Diciembre subían como un 30% y que en nuestro caso ese 30% se multiplica por cinco. Con todos esos ingredientes bien agitados y estudiados cuadramos fechas, del 2 de Diciembre al 7 mi tribu salió de viaje.
Si contáis son muy pocos días para tanto como hay que ver y que patear por allí. La verdad es que pensé que iba a hacer mucho más frio y nos encontramos unos magníficos días soleados con una temperatura que, de día, no bajaba de los 8 grados, estupendo.
Llevábamos desde aquí las entradas para el Empire State, el Top of the Rock, y estudiados los horarios de museos y espectáculos.
Tengo que decir que los duendes se han portado como verdaderos jabatos. Había noches que, al llegar al hotel, el teléfono marcaba 18 kilómetros caminados...
El primer día fuimos al Empire, que nos quedaba al lado del hotel y de ahí, en metro, al Museo de Ciencias naturales. Echamos toda la mañana allí, viendo dinosaurios y demás bichos.

Salimos por la puerta principal para pasear por Central Park hasta llegar a Columbus Circle y buscar un sitio donde sentarnos a comer, al final, lo único accesible era un Mc Donalds.
De ahí bajamos callejeando para ir al Rockefeller Center y ver el follón más grande de gente que os podáis imaginar. Yo tenía verdadero miedo de que en uno de esos apretones de gente, uno de los duendes se me resbalase de las manos y perderlo. Infernal.
Seguimos bajando hasta el hotel que estaba en la calle 35, y compramos de camino algo para cenar.
Al día siguiente nos encaminamos hacia el embarcadero de la calle 39 a coger el NY Water Taxi. Yo no lo conocía y os lo recomiendo. Es una barcaza que empieza ahí y va haciendo paradas en varios puntos estratégicos hasta llegar a Brooklyn nosotros nos bajamos allí y caminamos de vuelta a Manhattan por encima del puente hasta volver al embarcadero de Wall Street y subir de nuevo al taxi. Debajo del puente de Brooklyn hay una pizzería muy famosa, el Grimaldi's, y de ahí fuimos a tomar un helado al NY Ice Cream Factory, que está al lado.
De vuelta al embarcadero de la 39, el barco hace un recorrido por la isla de Ellis y para muy cerca de la estatua de la libertad.
Después del paseo hicimos un breve descanso en el hotel para volver a subir al Rockefeller center e ir al Top of the Rock, me defraudó, me quedo mil veces con el Empire.
El resto de días fue algo más relajado, pasear, patinar sobre hielo en Bryant Park (en el Rockefeller era de todo punto imposible), ir de mercadillos navideños y alguna que otra compra, poca, la verdad que el dólar está caro.
Volvimos el lunes, contentos y cansados.
He vuelto encontrándome una ciudad que no he reconocido, era mi tercera visita y las otras veces me fascinó ese ritmo frenético, ese corre corre incesante, esta vez no, yo necesito parar, sentarme a comer y no ir con el café en la mano por la calle como va todo el mundo, ahora necesito una vida un poco más tranquila, será porque me voy haciendo vieja, en fin...
Yo tenía vacaciones toda la semana y pensaba aprovecharla bien. Todos mis planes se fueron al garete cuándo el miércoles me llamaron del cole que mi Sol tenía fiebre.
Odio el puente de diciembre, el miércoles se cumplían 7 años del inicio de la pesadilla de la enfermedad de mi niño.
Hoy parece que ya está mejor, no sé, el jueves empezamos la revisión semestral.