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Quiero daros la bienvenida a todos los que estáis aterrizando en el Reino de la Mermelada por primera vez. Esta es una ventana abierta a través de la que podéis asomaros a lo que es mi día a día. Si llegáis aquí buscando respuestas o información sobre la leucemia infantil, que sepáis que las respuestas están en vosotros mismos, yo sólo puedo compartir las mías. Agarraos fuerte que vienen curvas.

sábado, 25 de julio de 2015

Una historia sorprendente, curiosa, fantástica y cierta

Debería empezar la historia diciendo "Érase una vez dos niñas, dos niñas idénticas, que nacieron en China hace algunos años".
Pues el principio queda dicho, pero para saber el final tendréis que leer la historia completa, creo que os gustará.
Gema es una niña del cole de mis duendes, es guapa, educada, buena estudiante y china. Gema llegó a España muy pequeña, llegó a completar las ilusiones de unos papás que la habían soñado durante largos años.
Es una niña muy resalada, que diría mi abuela, tanto que, por casualidades de la vida terminó haciendo un catálogo de ropa de niño para unos grandes hipermercados, de eso hace más de siete años.
Hablemos ahora de un matrimonio australiano que llegó a España de vacaciones hace siete años, no sé sus nombres, pero sí que tuvieron que hacer la compra y, casualidades del destino, fueron a un hipermercado que tenía un catálogo que les llamó la atención. ¿Qué hacía Melissa, la hija de sus amigos en aquel catálogo?.
La curiosidad fue tanta que a su vuelta a la tierra de los canguros se llevaron el catálogo para enseñárselo a sus amigos, que al verlo no podían dar crédito a sus ojos. Aquella era su hija, era Melissa, no, no es aquello de "todas las niñas chinas se parecen", no, es que era ella.
La curiosidad pudo con ellos y se pusieron en contacto con la empresa de publicidad que emitía el catálogo, sólo para intentar conocer y contactar con aquella niña que era exactamente igual que su hija.
Buscando, buscando, llegaron a la agencia que había proporcionado a la pequeña modelo.
La cara que debió poner el que cogiera el teléfono y escuchara a un australiano diciendo que necesitaba los datos de contacto de aquella niña no me la puedo ni imaginar.
Por supuesto, no se los dieron, pero la agencia accedió a recibir un correo o comunicación con la promesa de hacerlo llegar a la familia de la misteriosa niña del catálogo.
Aquella misiva incluía, no sólo los datos personales de la familia, sino miles de fotos de Melissa con diferentes edades.
Cuando los padres de Gema lo recibieron no podían creerlo, efectivamente era ella, su hija, la de aquellas fotos, era igual que su hija.
Se pusieron en contacto con aquella familia tan lejana y empezaron a cuadrar fechas, Melissa había nacido en China y había sido adoptada en fechas similares a las que lo fue Gema. Las dos familias acordaron hacer un test de ADN a las niñas y el resultado fue que eran hermanas con el 99,99% de probabilidad...
¿Os lo imagináis?. Los primeros en venir a España, de eso hace 4 años fueron Melissa y sus padres, Gema y los suyos fueron a recibirles al aeropuerto. Gema cuenta que no podía creer lo que veía, pero incluso yo, que he visto fotos de las dos juntas, no soy capaz de distinguirlas.
Desde entonces, ambas familias decidieron que era bueno que ellas mantuvieran el contacto, durante todo el año y que, al menos una vez al año se encontrasen y así hacen. Este año es Melissa la que lleva todo el mes de Julio en España, con su hermana.
¿Es, o no es una historia preciosa?. Y ahora hay que acabarla como se acaban todas las buenas historias, sólo que en presente y futuro y no pasado, son felices y comen, pues lo que comen los niños de hoy, que precisamente perdices, no son.
Colorín colorado, esta historia, cierta. se sigue contando.

2 comentarios:

Sara M. dijo...

¡Qué bonita historia para todos! No se si ellas ya serán conscientes de su suerte, pero menudas casualidades. Y qué bien que ninguno haya puesto peros, sino ganas.

Irene, Umpa Lumpa & cía dijo...

Totalmente de película!!!! Flipante y genial!!!