Hola

Quiero daros la bienvenida a todos los que estáis aterrizando en el Reino de la Mermelada por primera vez. Esta es una ventana abierta a través de la que podéis asomaros a lo que es mi día a día. Si llegáis aquí buscando respuestas o información sobre la leucemia infantil, que sepáis que las respuestas están en vosotros mismos, yo sólo puedo compartir las mías. Agarraos fuerte que vienen curvas.

domingo, 28 de junio de 2015

Voy a echarte mucho de menos

Lo primero que supe de ti es que tenías bigote. ¿Bigote?, ¿voy a tener un tío con bigote?, no sé por qué pero no entraba en mis cálculos.
Lo segundo que supe es que te gustaba mucho la música, recuerdo a mamá yendo a comprar el que sería su primer regalo de Navidad para su cuñado, el disco "Zenyattà Mondatta", de The Pólice.
Luego supe que eras fan de Supertramp, Bee Gees y otros muchos.
Y cuando te vi la primera vez ya no me pareció tan raro tener un tío con bigote.
Recuerdo tu boda, vuestra boda, una boda diferente allá por 1981, una boda civil que fue el mayor disgusto del mundo para mi Torina. Yo lo recuerdo como un día muy feliz para todos.
El año siguiente nació mi primo, guapísimo, mi niño guapo, mi primer niño guapo, tuve que esperar casi seis años más para tener a mi segundo primo maravilloso.
No pudo ser, Rebeca nunca llegó, en realidad ni falta que hizo...
Siempre juntos, siempre uno, mi tía Tori y tú. Tú payasete, ella tímida a tope, pero un tándem perfecto. Decir que tuvisteis suerte con los chicos no hace justicia al esfuerzo y seguimiento que siempre habéis hecho de ellos.
El mayor se fue a Londres hace tres años, no le gusta, pero gana un dinero que en España nadie le paga, va y viene, la novia aquí, él allí, no es fácil y menos aún cuando el enemigo clavó sus zarpas en ti.
Como siempre a escondidas y ruin, nadie le oyó llegar.
Tres años de lucha, sin cuartel, sin perder el ánimo ni la sonrisa. Hace un mes te dijeron que el tratamiento no funcionaba, tanta pelea para nada.
No puedo decir que te sentaste a esperar, porque no es cierto, pero lo viste cerca. en una semana te has ido.
Se ha ido mi primer compañero de conciertos, aquel que el 2 de Mayo de 1987 se vino conmigo al rockódromo de Madrid a ver a Spandau Ballet. Se ha ido aquel con el que me intercambiaba discos, al que le grababa mis últimas adquisiciones, se me ha ido el tío con bigotes más maravilloso que se puede tener.
Mi primo mayor en Londres, el pequeño en el Sur, con su primer contrato laboral serio y mi tía aquí. Sola.
Sola porque tú no estás y porque los demás no somos suficientes. Sola a los 65 años que es cuando debe empezar esa etapa tranquila de la vida de recoger frutos. Yo sé que no querías dejarla sola.
No tengo más que decir, sólo eso, que voy a echarte muchísimo de menos.

domingo, 14 de junio de 2015

Ventajas y desventajas de las relaciones largas

El pasado 24 de Junio mi contrario y yo celebramos nuestro vigésimo tercer aniversario como pareja, aún lo "celebramos" y no lo "conmemoramos" y espero que así siga siendo, todo se andará.
Él acababa de cumplir 19 y a mi aún me faltaban tres meses, toda una vida, más tiempo caminando a la par que el uno sin el otro.
Hace 23 años me invitaron a la boda de uno de sus primos, me pareció pronto para mi "presentación social", hoy, el primer hijo de esa pareja es el entrenador de baloncesto de mi Sol.
La ventaja de llevar tanto tiempo juntos y en una familia tan piña como la suya es que para los que han ido naciendo desde hace 23 años (que son muchos) yo siempre he estado allí y la principal pena, si algún día ya no caminásemos juntos, sería perder a tanta gente estupenda.
También los que se han ido, de ambos lados, han sido muy importantes para nosotros, mi hijo mediano se llama como mi suegro y dos de sus bisabuelas.
Entre todos elegimos el nombre de mi Hada, al final, el único que elegí yo fue el de mi Garbanzo.
Yo le conozco, él me conoce, nos conocemos, y creo que queda poco hueco para la sorpresa, por suerte o por desgracia, él sabe que yo siempre seré cabezota y yo sé que él jamás será puntual.
A él nunca le gustará el flan y yo seguiré siendo adicta al chocolate. Su vida siempre será pausada y la mía siempre un corre-corre.
Él seguirá siendo reflexivo, a mí, los impulsos me jugarán malas pasadas. Seguiremos peleando por la forma de educar a nuestro hijos, para él siempre seré híper protectora y para mí el siempre demasiado confiado.
Una de las principales ventajas de haber compartido más de media vida es el grado de complicidad que se alcanza, eso a veces pisa un poco la "ilusión" de la novedad. Me declaro poco "ilusionista" esa es la verdad.
Él me sigue reprochando mi falta de "emprendimiento" y yo le sigo echando en cara que hay que parar de emprender para disfrutar de lo que se ha sembrado. Pero vamos sembrando y recogiendo que es de lo que se trata.
Mañana empezamos con las pruebas de revisión semestral de mi Sol, a veces toca arar unos campos que son los que nunca quisiste, pero si hay que arar, nos remangaremos y lo haremos juntos, como lo hacemos todo desde hace 23 años.

miércoles, 10 de junio de 2015

En camisa de once varas...

... me voy a meter, pero es que el tema me, ¿indigna?, ¿sorprende?, ¿asusta?. No se bien como definir mis sentimientos hacia el Niqab.
El pasado fin de semana, aprovechando que en Madrid el jueves era festivo, acompañé a mi contrario a unas jornadas de trabajo en Marbella.
Como paga la empresa, estuvimos en un hotelazo de "agarrateynotemenees" con Spa incluido. Aproveché a darme un masaje de drenaje linfático que mis piernas agradecieron enormemente, al fin y al cabo en algo tenía que gastar el rato mientras mi contrario trabajaba.
El viernes desayuné con Bimba Bosé, quiero decir, que yo desayunaba y ella se paseaba en albornoz con el pelo naranja por todo el comedor acompañada de ese amigo que se gasta con pelo amarillo pollo, entre la pinta y lo enorrrrme que es, ¡como para no mirarla!.
Pero dejo el famoseo para otro momento.
Lo que quería contaros es que en el hotel se alojaban varias parejas y familias árabes, en las que ellas iban vestidas con Niqab.
No lo entiendo.
Vosotras imaginad que estáis en cualquier lugar público, con esta temperatura (en invierno también) y se presenta alguien con un pasamontañas puesto. ¿Qué pensaríais?. Pues eso, ni entro ni salgo en costumbres y usos religiosos, pero hay unas medidas mínimas por las que creo que no debemos pasar. Alguien que va con Niqab (o con un burka) no es identificable, no sabes si es hombre, mujer ni adivinar su edad, ¿no os parece que eso nos sitúa en una posible situación de riesgo?.
Cuando sales de tu país, de tus usos y costumbres tienes que acoplarte al lugar donde vas. Yo estuve en Myanmar y si quería entrar en sus templos tenía que ir descalza, igual daba que tuviera una inmensa herida en la planta del pie, infectada por la arena y la mugre que allí había, si quería entrar era descalza, no había otra.
¿Por qué en este país tenemos que ser más papistas que el Papa?, ¿Qué quieres ir con Niqab?, estupendo, te quedas en tu país o te lo pones en la habitación del hotel, pero cuando sales tienes que ser identificable.
En una aduana, no debería dejarse pasar a nadie que no pudiera ser identificado por su pasaporte, ni comparar el pasaporte con la realidad. No es cuestión de discriminar, es puro sentido común. Me da igual si vienen a la Costa del Sol y se gastan verdaderas fortunas, con eso lo único que se demuestra es que todo se puede comprar y aunque sé que es así, no debería.
Todo eso sin contar con los malabarismos que hay que hacer para levantarse el pañuelo, meter el tenedor por debajo sin que se vea nada y sin que se caiga la comida, en fin, un espectáculo.
Ya lo he dicho