Hola

Quiero daros la bienvenida a todos los que estáis aterrizando en el Reino de la Mermelada por primera vez. Esta es una ventana abierta a través de la que podéis asomaros a lo que es mi día a día. Si llegáis aquí buscando respuestas o información sobre la leucemia infantil, que sepáis que las respuestas están en vosotros mismos, yo sólo puedo compartir las mías. Agarraos fuerte que vienen curvas.

sábado, 18 de abril de 2015

Como una cabra

Sigo loca, es un hecho oficial, voy al loquiatra porque estoy loca.
Desde mi última visita, que fue en Octubre, no he vuelto hasta este martes pasado, ¡6 meses!, no ha sido por voluntad propia. Me dieron hora para Diciembre y dos días antes me avisaron de que la cita se cancelaba y me la pasaban a Enero, en Enero volvió a pasar lo mismo, me la cambiaron a Febrero y como el Febrero el día que me colocaron no me venía bien, lo cambié yo, total, lo dicho, 6 meses.
En realidad me da un poco igual, sinceramente creo que el loquiatra más que ayudarme me saca de mis casillas.
Me parece
que os conté que me lo cambiaron y me plantaron a un pizpireto jovenzuelo que debe rondar la treintena y que "se lo sabe todo". Está molesto conmigo porque dice que no quiero "curarme" porque no estoy dispuesta a volver a ser pastillera.
El caso es que voy y, esta vez y sin que siga de precedente, me reí bastante. Yo soy muy extremista en mi vida y mi forma de hablar lo refleja. Frases como "es que NUNCA voy a conseguir tal o cual cosa" son frecuentes en mí.
Es una forma de hablar, cuando digo NUNCA es porque verdaderamente creo que las posibilidades serán mínimas, si es que existen. O cuando dices "es que SIEMPRE pasa lo mismo", no quieres decir el 100% de las veces, pero me parece que un porcentaje de más del 90% digamos, justifica la palabra.
Bueno, pues eso le hace enfadar muchísimo, los SIEMPRES y los NUNCAS, así que como yo no quiero tomar pastillas y él quiere a toda costa que las tome, establecemos un diálogo de besugos sobre mi vida cotidiana, mis miedos y mis enfados en el que él recuenta dichas palabrejas para reafirmarse en la necesidad de que me medique.
Es como aquel juego que jugábamos de niños: "no se puede decir ni sí, ni no, ni blanco, ni negro". ¡Y esta vez gané!.
No debió contar suficientes palabras prohibidas, o es que me deja por imposible, ha decidido que lo que necesito es un locólogo que me ayude a "pensar", vamos a hacer una terapia cognitivo conductual, para que las cosas que no puedo modificar de mi vida no me afecten tanto, estoy encantada, ¡voy a aprender a ser pasota y a hacer cortes de manga mentales!.
No va a ser inmediato, la hora es para primeros de Junio, ya os contaré.
Me preguntaréis porqué no me dejo de chorradas y a veces lo pienso, pero necesito una muleta. Mi vida laboral va de mal en peor, el acoso es directo, constante, continuo y agresivo, cada vez más y, cuando vea que estoy a punto de explotar, mi única salida, al menos momentánea, será una baja, y si el loquiatra me da el alta, tendría que volver a pasar por todo el círculo, médico de cabecera - volante - cita, mientras que así, me puedo presentar de urgencia sin cita si me da el pampurrio.
Ya os digo que esta vez no lloré, de hecho pasé un rato divertido. Ya, cuando me iba me reí yo sola. Resulta que las consultas de "salud mental" (eufemismo educado para referirse a nosotros, los locos) está en la 5ª planta del edificio de especialidades y por si a alguno se nosotros nos da un arrebato e intentamos tirarnos por el hueco de la escalera han puesto redes (mirad la foto), vale, que está bien, pero ¿no sería más lógico haber puesto las consultas de salud mental en el sótano o la planta baja?
¡Y resulta que los locos somos nosotros!.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Pues Lou tengo que decirte que eres una loca maravillosa, que nos hace pasar unos ratos buenísimos a muchos "cuerdos", así que tengo un dilema: no sé si quiero que te cures....😘😘

MATT dijo...

Qué fuerte lo de la red, de coña.
Me ha dado mucha pena leerte lo del trabajo, vaya mierda que el cambio no haya servido para mejorar esa parcela. Sinceramente pensé que aunque no te apetecía que te cambiaran, te iba a sentar bien.
Por lo demás, todos tenemos lo nuestro, cuerdo completo ni Perry.
Muchos besos

Opiniones incorrectas dijo...

El acoso en el trabajo es una mierda, yo tenía un jefe analfabeto, sesentón y asqueroso que me acosaba sexualmente cuando trabajaba en el ayuntamiento. En alguna parte del blog lo cuento. Aggg

Besos, corazón <3

Alejandra dijo...

Seguramente sea otra locura: yo a los "malos" los desarmo con "bondades". Tengo entre manos a uno, que es muy malo porque está muy mal, vaya, loco, muy loco. Y no le doy en el gusto, no devuelvo guerra cuando me ataca sino paz. Y ya digo, lo desarmo. No sé si eso le funcionará a alguien más. Alguien dijo que a veces es preferible ser feliz a llevar razón...
No se te ocurra volverte "cuerda", ni de coña!. Mil besos!.