Hola

Quiero daros la bienvenida a todos los que estáis aterrizando en el Reino de la Mermelada por primera vez. Esta es una ventana abierta a través de la que podéis asomaros a lo que es mi día a día. Si llegáis aquí buscando respuestas o información sobre la leucemia infantil, que sepáis que las respuestas están en vosotros mismos, yo sólo puedo compartir las mías. Agarraos fuerte que vienen curvas.

martes, 11 de febrero de 2014

El sartenazo

No encuentro palabra mejor para definir mi estado actual, me siento como si me hubieran dado un sartenazo, peor aún, como si llevase la sartén pegada a la cabeza.
Estoy cansina y boba, sin ganas de nada, me cuesta moverme, me cuesta pensar, las ideas se evaporan de mi cabeza antes de llegar a formalizarse como tales.
Llevo una temporada renqueando, físicamente me refiero.
Os conté de mis anginas, pero no os dije que fue mi Sol el que empezó, y ahí le seguí yo, a él la fiebre le duró escasas 24 horas y a mí cuatro días.
Me fui volando cual Peter Pan a Londres y volví, justo para que el viernes 31 que los niños no tenían cole, mi duende Sol volviera a levantarse con febrícula. Le llevé al pediatra, no le veía nada, le hizo un cultivo de garganta para ver si tenía Streptococo de nuevo y fue negativo, pasó 48 horas regular y ya, él ya, yo no, a las 48 horas de empezar él con fiebre empecé yo, lo mío fue una gripe en toda regla, como hacía más de 5 años que no tenía, no os olvidéis que hasta este año tooooodos en casa teníamos que vacunarnos de gripe, como este año no era imprescindible no lo hice y me equivoqué. Pasé 4 días hecha una auténtica basura, con tiritona, dolor de todo, la cabeza fatal... y sólo un día me quedé en casa sin ir a currar.
Podéis decirlo, soy imbécil.
No valgo para estar en casa, sobre todo, moralmente no puedo, no puedo quedarme en la cama por la mañana si luego tengo que salir a la calle a buscar a los niños y a la compra u otros menesteres.
Desde el viernes estoy mucho mejor, al menos físicamente, la cabeza ya es otra cosa.
Vuelvo a ese estado donde veo que mi vida profesional me hunde, me arrastra al fango y a la vez me siento incapaz de mandarlo todo a la mierda de una patada.
Seamos serios, con mi jornada reducida NADIE me pagaría lo que hoy por hoy cobro, y eso me hace sentir aún peor, me vendo, que cada uno le ponga el nombre que quiera a eso.
Pero es que hay días en que suena el despertador y veo delante de mí una montaña más alta que el Everest y no veo como subirla, ni como bajarla y como volverla a subir al día siguiente.
Me canso.
Voy a tener que coger la sartén esa que os digo que noto pegada a mi cabeza y hacer algo con ella, aunque sea jugar al tenis.

6 comentarios:

MATT dijo...

Ay amiga, cómo te entiendo con lo d trabajo. Yo me siento mercenaria. Ahora no lo llevo tan mal, pero cuando mis hijos eran mas pequeños, mi cabeza me decía que tenia q seguir por el sueldo y buen horario; mi corazón que lo mandara a hacer puñetas que yo quería estar en casa con mis hijos... Ganó cabeza.
Cuídate mucho que la gripe es muy mala, descansa!.
Un beso

Anónimo dijo...

Ánimo. De nada te valdrá que te diga que muchas nos sentimos así. Es el "éxito" de ser madre trabajadora. Realmente creo que debemos quedarnos con el buen ejemplo que estamos dando a nuestros hijos y con el triunfo real de una independencia económica.

LokCordura dijo...

Creo que todas pasamos por epocas asi, donde nada nos viene bien y ese desgano nos hace sentir culpables de estar asi, donde queremos levantar y sentimos que no podemos. Siento que se te junto todo pero ya veras como pasa y vuelves a estar bien. Un abrazo.

Evaasecas dijo...

Ánimo! Pronto pasará y volverás a sentirte capaz de comerte el mundo. Eso si, no te exijas demasiado a ti misma, que hay veces que es contraproducente.
Besazo.

Irene, Umpa Lumpa & cía dijo...

Fuerza!!! No sé qué más decir..
Haz lo que tengas que hacer... mientras sigas así de guapa!

Un abrazo

Aneth dijo...

No dejes de trabajar. No te sientas mal, todos trabajamos por dinero. Ánimo. Es un consejo q te da alguien q pasó por tu misma situación y tomó la decisión con el corazón. Te hablo por experiencia, no se gana tanto, simplemente cambias unos problemas por otros. Un abrazo. Te leo siempre desde hace años pero no suelo dejar comentarios. Hoy no me he podido resistir.