Hola

Quiero daros la bienvenida a todos los que estáis aterrizando en el Reino de la Mermelada por primera vez. Esta es una ventana abierta a través de la que podéis asomaros a lo que es mi día a día. Si llegáis aquí buscando respuestas o información sobre la leucemia infantil, que sepáis que las respuestas están en vosotros mismos, yo sólo puedo compartir las mías. Agarraos fuerte que vienen curvas.

lunes, 30 de diciembre de 2013

Daniel Rosas: El amor, la piedra angular de la felicidad


Aunque para lograr una relación estable y duradera son necesarios cuatro puntos claves que podríamos definir como las ya conocidas “piedras angulares” que posibilitan la construcción de un hogar, cabe destacar la importancia de la más fundamental de ellas, el amor. Y es que sin amor no habría posibilidad alguna de comenzar algo parecido a una relación a largo plazo. Ahora bien, ¿qué es lo que hace que algunas parejas funcionen y otras no? 

El amor es sin duda alguna la piedra angular de la felicidad. Cuando nos enamoramos se crea un vínculo que nos impulsa a comenzar una relación, siendo la consumación sexual la que sella este vínculo. Sin embargo, pasado un tiempo nos damos cuenta que el otro no es perfecto y que nuestra pareja como nosotros, también tiene defectos. He aquí la cuestión, ¿qué es el amor? Si nos paramos a pensar podemos decir que el amor es el acto de aceptar al otro tal y como es, de aceptar sus raíces familiares así como su propio destino, que no tiene porque ser igual al nuestro. Por lo tanto, el amor es parte de la felicidad pero para llegar a sentir esta dicha es necesario poseer la capacidad de amar a nuestra pareja con sus virtudes y sus defectos.

 

Fuente: http://www.quefrasesdeamor.com/

"Lo que tú me quieras contar"

Empiezo una nueva etiqueta, que es un buena forma de acabar el año.
Y, ¿por qué la empiezo?, pues porque esto de tener un blog te hace abrir las puertas a quien tenga algo que contar, y eso me pasó hace unos días.
Recibí un correo de alguien que me preguntaba si podía publicar algo que había escrito, le dije que me lo mandase para leerlo antes.
No, no penséis que se trataba de fiscalizar, ni mucho menos. Me comprometo a publicar cualquier cosa que queráis mandarme, esté de acuerdo con ello o no siempre que no sea ofensivo para nadie-
Pues ea, aquí está el Reino de la Mermelada, para lo que me queráis contar.

domingo, 15 de diciembre de 2013

El Ratón Pérez se va de puente

Mi Garbancito llevaba unos días diciendo que se le movía un diente, el primero que empieza el baile. Mucho, lo que se dice mucho no, que yo lo miré y la caída no me parecía próxima, así que dejé de pensar en ello.
Como he contado, el puente lo pasamos en Valencia.
El viernes, después de comer, Garbancito dijo que el diente se movía mucho. Yo le veía dale que te
pego y le decía que lo dejara estar, que el ratón no sabía que estábamos en Valencia, pero no paraba.
Estábamos justo sentados en el restaurante para cenar, esperando la comanda cuando me dice "¡mira mami, mi diente!". Todo contento que estaba allí, enseñándome su diente ensangrentado en el
restaurante...
Y yo diciéndole que mejor lo guardábamos para ponerlo debajo de la almohada de casa, que a lo mejor el Ratón no sabía que tenía que venir, pero nada, me dijo que él lo ponía a ver que pasaba...
Y mamá viendo cómo lo hacía. En un momento le dije a los niños que se me había olvidado el móvil en el hotel y que iba corriendo a por él. Salí disparada y me metí en el Corte Inglés, derechita a juguetes. Allí cogí un pack de Basurillas que es lo que le mola a él ahora y volví al restaurante.
Su carita por la mañana era estupenda y más cuando se dio cuenta de que en uno de los cubos del pack venía....¡moco de los basurillas!. ¿Podéis imaginar regalo mejor?.

miércoles, 11 de diciembre de 2013

De compras por Valencia

¡Madre mía como estamos!, qué pavo tiene mi niña y eso que acaba de cumplir 10.
Y lo peor es que como a mí, desde los 12 a los 30, me repitieron eso de que estaba en la edad del pavo hasta la saciedad juré no decírselo nunca a mis hijos, y me cuesta..., vaya si me cuesta.
Mi hija se hace mayor, tiene mucho carácter y muy diferente del mío (mejor para ella), pide y pide sin parar, como cualquier niña, pero nunca tiene tiempo de venir conmigo de compras, las aborrece, y si soy yo la que le compro las cosas no le gustan, así que la cosa no es fácil.
Como ya os he contado en la entrada anterior, el sábado después de pasar el día en el Oceanográfic fuimos al hotel a descansar. Al cabo de un rato le dije a mi Hada, sin muchas esperanzas, que por qué no nos íbamos al Corte Inglés y al centro comercial Aqua que estaban pegados al hotel.
¡¡¡¡ Y me dijo que sí!!!!
Me había pedido por su cumple un reloj, que no habíamos comprado, y ese fue el primer objetivo, nada de Flick-Flack ("mamá, es que son para bebés"), nada de Swatch, que no le gustaban. Pues chunga iba la cosa, un reloj azul, preferiblemente de plástico, que se pueda mojar... Dimos con un dependiente "experto en regalos", al menos eso decía el cartel de su solapa y sí que resultó de gran ayuda. Fuimos a varios estands y encontramos un reloj azul, pequeñito, con números reflectantes en la oscuridad y sumergible ¡por 19 euros!.
También llevaba un tiempo diciendo que quería un bolso pero, ¿qué clase de bolso puede llevar una niña de 10 años?. Según mi opinión con una mochila pequeña y divertida es suficiente, pero ella quería un bolso bandolera pequeño y plano. Recorrimos mil sitios, en Zara había uno de piel chulísimo por 20 euros, pero era rojo y ella lo quería azul...
Ya digo que pasamos por mil tiendas. Al final pensé que aunque gastara un poco más, quizás si ella no lo usa lo podría usar yo. Fuimos a Purificación García (sí, ya sé, fuera de norma para una niña), y
había unos de piel, planos, bien de precio, pero no lo había azul.
En la puerta de al lado entramos en Bimba & Lola y ¡bingo!, lo encontramos, un bolso bandolera de lona azul marino con un bolsillo verde y encima rebajado. Más contenta que unas castañuelas iba. Salimos a cenar y lo estrenó, entre otras cosas llevaba los Basurillas que a Garbanzo le había
traído el Ratón Pérez.
Cómo, ¿que no os he contado que el Ratón nos visitó el viernes por la noche?, vaya, pues se queda para la siguiente entrada.

Nadando (a favor de la corriente)

Ya llegó, ya se fue, el puente de Diciembre está (casi) superado.
Hoy, día 10, cumplimos cinco años desde el diagnóstico de la leucemia de mi Sol.
Hoy tengo mucho que celebrar.
Hemos sobrevivido 5 años, empezamos a formar parte de la estadística para la que ya no se hacen estadísticas. Lamentablemente se mide el grado de supervivencia a  los cinco años del diagnostico pero no más allá.
Hace más de mes y medio empecé a urdir el plan de escape, necesito aturdirme, no pensar, ocupar mi cabeza y si es posible agotar mi cuerpo durante estos días.
Las posibilidades eran muchas. Mi Hada anda como loca por salir de España, pero tres días escasos son pocos para ver una ciudad, comparado con el coste, claro.
Una amiga, Campanilla, me sugirió la posibilidad de la Ciudad de las Artes y las Ciencias de Valencia y me pareció genial.
Reservé un hotel muy cercano, para ir andando y volvemos a "la parte contratante de la primera parte...", este hotel tiene habitaciones familiares ¡para 4 miembros!, se ve que a partir de ahí no eres familia, eres tribu. Bueno, pues pagamos dos habitaciones comunicadas, que como nos
sobran las perras...
Pero lo que de verdad molaba de la excursión era ir en tren, así que manos a la obra (y a la tarjeta) para sacar los billetes de AVE, ¡súper guay!, si coges una mesa es para 4, así que mamá va dos filas más atrás leyendo una revista.
Llegamos el viernes a media mañana con una temperatura estupenda, dejamos las cosas en el hotel y nos fuimos a un centro comercial cercano a comer, de ahí, derechitos al Hemisferic a ver la proyección de "las fuentes del Nilo"; preciosa.
Salimos y pensamos que no se puede estar en Valencia y no pisar la playa, así que nos fuimos a la Malvarrosa. Ya se había ido el sol y hacía fresco, pero los niños se empeñaron a ir al borde del agua, pero tan, tan al borde llegaron que vino una ola y los mojó (un poco).
Volvimos al hotel, nos cambiamos de calzado y ale, a cenar y dormir rapidito que el sábado era el día fuerte.
Desayunamos a las 9 para estar e la puerta del Oceanográfic a las 10 que es cuando abren. ¡Lo que disfrutamos el día!, es precioso, aunque había mucha gente se ve fenomenal, los niños corrían de un acuario a otro sin parar.
Hicimos un descanso para comer y seguimos hasta que a las 6 ya no podíamos más y volvimos al hotel a descansar. Mientras los hombres se quedaban viendo la tele, mi Hada y yo salimos de
compras, pero eso lo dejaré para otra entrada.
El domingo se nos hizo muy corto. entramos al Museo a las 10 y los tickets para el taller de astronautas a la hora que podíamos estaban cogidas, así que fuimos al taller de electricidad y a experimentar las mil y una cosas que nos enseñaban.
Volvimos al Hemisferic a ver la proyección de "los secretos de la momias" y de regreso al museo.
Teníamos el tren de vuelta a las 5:10 así que no teníamos mucho tiempo para comer, lo hicimos en McDonalds deprisita y nos fuimos para la estación.
A las 8 estaban los duendes metidos en la bañera y mamá poniendo lavadoras como loca.
Misión cumplida, puente superado, lo hemos pasado fenomenal y viendo los peces a veces pensaba que ahora sí que a ratos soy capaz de nadar... a favor de la corriente.

lunes, 2 de diciembre de 2013

Misión cumplida

Como ya os conté en una entrada anterior, este año, mi Hada por su cumpleaños decidió que no quería regalos. En las invitaciones para su cumple puso que todo el dinero que quisieran regalarle iría destinado a un banco de alimentos.
Nos pusimos a buscar y vimos que Banco de Alimentos de Madrid iniciaba una campaña especial de recogida el pasado fin de semana, de viernes a domingo.
Buscamos cual era el punto de donación más cercano a casa y estaba fenomenal, al ladito, podíamos ir andando y todo así que manos a la obra.
El importe total a gastar eran 210 euros. Nos acercamos al súper y preguntamos a los voluntarios si de alguna cosa iban más escasos. Nos pidieron especial colaboración en alimentos infantiles, leche, cereales, cacao soluble, galletas, chocolate... sin olvidarnos del aceite.
La verdad es que los contenedores estaban llenos, había muchísima legumbre y pasta, pero claro, al hacer la compra echar un paquete más de lentejas o arroz no cuesta, pero claro, un bidón de aceite son palabras mayores, que la cosa está como para echar muchas cuentas.
Pues a eso fuimos, a por los alimentos infantiles y a por el aceite. Dos carros llenos sacamos.
Al pagar eran 185 euros, así que dejamos a los voluntarios vaciando los carros y volvimos a entrar, tiramos de nuevo por el aceite , otro bidón de 5 litros y más botellas hasta completar los 210 euros.
No pudimos ajustar más, fueron en total 209,85 euros, no está mal.
Nos fuimos las dos la mar de contentas sabiendo que era un gran regalo de cumpleaños.