Hola

Quiero daros la bienvenida a todos los que estáis aterrizando en el Reino de la Mermelada por primera vez. Esta es una ventana abierta a través de la que podéis asomaros a lo que es mi día a día. Si llegáis aquí buscando respuestas o información sobre la leucemia infantil, que sepáis que las respuestas están en vosotros mismos, yo sólo puedo compartir las mías. Agarraos fuerte que vienen curvas.

lunes, 9 de marzo de 2009

Domingo de bomberos y enfados


Este fin de semana ha sido muy familiar, como casi todos, la verdad.
Ayer tuvimos una actividad extraordinaria y es que los bomberos hacían una exhibición en el hospital de mi sol.
Estaba prevista para las doce de la mañana y llegamos con tiempo para coger sitio. En eso estábamos, mamá fue a por globos para sus duendes y cuando ya estabamos listos para disfrutar (con diez minutos de retraso sobre el horario previsto), los voluntarios del hospital empezaron a sacar ancianitos de la residencia y a ponerlos en primera fila.
Lo dije y lo mantengo, toda esta situación está sacando lo peor de mí. En otras circunstancias hubiera mascullado entre dientes y me hubiera callado, pero ayer salió la madre fiera, con motivo. Todo lo educadamente que pude les dije que, eso de poner una silla de ruedas delante de mis hijos que, ni se les ocurriera, que me daba igual que fueran ancianos, que mis hijos y yo llevabamos un buen rato y que se largaran. El final me miraron con cara de "es que la gente joven no tiene educación" pero me importó un bledo, mi soles vieron a los bomberos fenomenal.
Mi rubio amor la verdad que lo único que quería es que aquello acabase y le dejaran subir al camión. En un principio nos dijeron que no, que no estaba permitido, pero bastó quitarle la gorra para que le subieran en volandas y le dejasen hacerse una foto con el casco del sargento.
En fin, que lo pasamos bien, a pesar de mi enfado, se ve que las pastillas de la felicidad aún no han hecho efecto.

3 comentarios:

Lamardestrellas dijo...

¡Olé mi madre coraje! Y qué ilusión la de nuestro rubio allí, en el camión de bomberos, me lo puedo imaginar perfectamente... Sólo por eso debió de merecer la pena gruñir un poco a los voluntarios del hospital, ¿verdad? Espero que la pastilla de la felicidad no te quite jamás esos arrestos ;) Besitos

Emilita dijo...

si esque que nadie toque a los pollos!!!´Te imagino y me parto. Me alegro infinito que disfrutase mucho. ójala le hubiera visto yo ahí subido...Mil besos y no cambies nunca (con o sin pastilla)

Inma dijo...

joeeeee que mosqueo tengo.
Ayer te dejé un post...y...como por arte de magia ha desaparecido...bueno...solo te decia que ante todo MADRE con todas las letras, defendiendo a tus "polluelos" y que espero que esa pastikllita empiece a hacer el efecto que tu necesitas..besos.Anim