Hola

Quiero daros la bienvenida a todos los que estáis aterrizando en el Reino de la Mermelada por primera vez. Esta es una ventana abierta a través de la que podéis asomaros a lo que es mi día a día. Si llegáis aquí buscando respuestas o información sobre la leucemia infantil, que sepáis que las respuestas están en vosotros mismos, yo sólo puedo compartir las mías. Agarraos fuerte que vienen curvas.

miércoles, 29 de octubre de 2008

Mi Tenorio particular


"Doña Inés del alma mía"
"Virgen Santa, qué principio"


Y así es, doña Inés del alma mía, mi bruja de mermelada, fue todo un principio. Llegó cuatro días después de la fecha probable de parto el 31 de Octubre de 2003, justo el día en el que se desarrolla "Don Juan Tenorio".
Ya teníamos el nombre decicido, pero naciendo ese día, no podía ser otro.
¡Cinco años ya!, cómo se pasa el tiempo, o más bien nos pasamos nosotros que diría mi abuela.

Y como a todo buen principio le sigue una gran continuación, mi gasrbancito, Juan sin miedo nació el 31 de Octubre de 2007, también tenía el nombre elegido, pero como en el caso de Inés no podía ser otro. Ya tengo a mi don Juan y a mo doña Inés.

Mi ginecólogo es bastante guasón y el año pasado me decía que no debería tener más hijos y que si era así, por lo menos que no naciese el mismo día y que no fuese una niña o tendría que llamarla "Zorrilla"...

Don Juan, Doña Inés, os quiero con toda mi alma. (Y al rubio amor de mi vida también)

De visita


Hoy he cumplido. Me he acercado al pueblo a la tumba de mi abuelo. Cuando se fue a las estrellas yo aún le daba el pecho a mi garbancito y no me daba tiempo a ir y volver entre toma y toma, además, alguien tenía que quedarse con mi abuela.
Pero le debía la visita y hoy he cumplido. He llevado tres rosas, una por cada uno de mis hijos y he vuelto en paz.
No me gustan los cementerios grandes e impersonales de las ciudades, pero en un pueblo, todo es distinto, allí sí hay paz. Además, alrededor están aquellos con los que creciste y que se fueron antes o después, pero vaya, que conoces a los vecinos...
He dado una vuelta por allí, madre mía como ha cambiado todo, hacía más de cinco años que no iba.
He pecado de antipática, sólo he saludado a una de mis antiguas amigas, pero es que no quería entretenerme, quería llegar a tiempo para ir a recoger a los duedes al cole.
En fin, que he cumplido, conmigo misma digo, porque al Comandante todas estas "apariencias" le traían completamente al pairo.

domingo, 26 de octubre de 2008

Por casualidad


Ayer por la mañana fuimos al parque. Según nos íbamos acercando, la mamá que había visto a lo lejos empezó a resultarme conocida. Me costó un poco reconocerla, y es que dieciséis años son muchos años.
Me acerqué a ella y directamente le pregunté: Hola, ¿tu eres Laura, verdad?.
Sí, me respondió sorprendida, pero sonrió y dijo, "yo te conozco, estudiamos juntas los tres primeros años de carrera, pero no me acuerdo de tu nombre".
Nos pusimos a hablar alegres, como felices de haber encontrado un trocito perdido del pasado.
Me contó de algunos de nuestros compañeros, con los que ella sigue teniendo trato. De repente, los recuerdos borrosos de mi mente volvieron a tener caras y voces conocidas.
Me contó de sus vidas, de sus hijos, de sus quehaceres, y me encantó.
Ví a sus hijos, ella a los míos y no se por qué, pero me hizo ilusión. Ella vive en Londres ahora por cuestiones de trabajo y viene a España muy de vez en cuando, y sí que fue casualidad, pero de las grandes, encontrarnos en un parque.
Nos despedimos con un "hasta luego, me alegro mucho de haberte visto, que te vaya muy bien". Quizás no vuelva a verla nunca más en la vida, pero por un rato me gustó reencontrarla.

viernes, 24 de octubre de 2008

Había una vez un rey...


Que tenía tres hijas, las metió en tres botijas y las cerró con pez...
Eso me gustaría hacer a mí de vez en cuando y de paso, en otra botija muuuuucho más grande, meter al papito de las criaturas...

jueves, 23 de octubre de 2008

Me informan...


Al habla con el departamento de recursos inhumanos de mi empresa, me informan amablemente de que la empresa tiene la facultad de elegir 15 días de mis vacaciones para cubrir necesidades de servicio.
Todo esto al hilo de las presiones que estoy sufriendo para que acepte un puesto en un departamento en el que me advierten que tendré que trabajar fines de semana y festivos al menos una vez al mes y que no respetarán mi horario laboral de 8 a 2:15 y que tendré que ir por las tardes...
¡Y sale en todos los sitios como paradigma de conciliación de vida familiar y laboral!.
Pero esto es la guerra y aunque saldré escaldada estoy dispuesta a morir matando.
No quería empezar esta etiqueta, pero no me queda otra.

miércoles, 22 de octubre de 2008

Riiinnnnnnnnnngggggg (2)


- Sí, dígame.
- ¡Don Pedro!, buenos días ¿se acuerda de mí?.
- Pues hija, si me dice usted su nombre lo intentaré.
- Perdone, soy Lou. No se si recuerda que le llame bastante enfadada hace como tres semanas.
- Sí, sí, ya voy acordándome. ¿Y qué hay de nuevo?.
- Pues que sí, que el Jefe ha cumplido esta vez, ¡hemos encontrado trabajo! y eso tal y como están las cosas es un milagro.
- No sabe cómo me alegro Lou, cuénteme.
- Pues los dos han encontrado, no es que sean trabajos espectaculares, pero son trabajos dignos, legales y eso ya es mucho. El sueldo es escaso, pero bueno, menos da una piedra.
- Lo ve como al final las cosas se van encauzando.
- Bueno Don Pedro, las cosas van mejorando un poquito, aunque aún falta bastante para que Dani pueda sonreir de la mañana a la noche.
- Bueno mujer, tiempo al tiempo.
- Sí, si no me quejo, de hecho yo le llamaba para darle las gracias.
- Pero no me las tiene que dar a mí, sino al Jefe.
- Bueno, como ha sido a través de usted mi petición, también mi agradecimento va a serlo.
- Vale Lou, pero no se olvide, si tiene usted un ratito, que al jefe le gustará volver a oir su voz.
- Lo intnetaré Don Pedro, pero ya sabe usted lo tozuda que soy.
- Pues debería usted cambiar hija, que eso no es bueno.
- Si yo le contara Don Pedro...

lunes, 20 de octubre de 2008

San Judas


Puede parecer una tontería, pero me ha costado horrores dar mi brazo a torcer.
Por muchos motivos hace más de cinco años que decidí apartar cualquier atisbo de religiosidad de mi vida, así de un plumazo. Lo que toda la vida había hecho, rezar, creer en un "padre bueno y misericordioso", ir a misa putualmente cada domingo, dejó de tener sentido para mí. Me dí cuenta de que para el Jefe yo era invisible, vamos, que ni siquiera era una oveja del rebaño, sino como mucho el perro... y me aparté, firme y voluntariamente.
Decidí que era mejor no tener fe en que las cosas podrían mejorar como consecuencia de que el de arriba me echase un cable, que las cosas irían por su cauce independientemente de que yo rezase o no. Así ha sido mi vida desde entonces.
Pero lo que se aprende de chica es dificil de olvidar y el tema del trabajo para el marido de Dani me tiene rodeada, así que hoy he hecho un pacto, conmigo misma y con el de arriba: vale, yo voy a la iglesia, a rezarle a San Judas Tadeo, pero no para mí, sino para él. Algo así como Jefe, no vayas a pensar que vuelvo al redil, que no, que no es eso, sólo hago un alto en mi camino para rogarte por y para otro, de mí puedes seguir sin acordarte si quieres...
No se yo si me va a hacer mucho caso, supongo que no, pero yo al menos sigo intentando cuanta estrategia se me ocurre.

jueves, 16 de octubre de 2008

Otra vuelta de tuerca


¿Por qué a algunas personas todo les resulta tan dificil?.
Parece que el marido de Dani ha encontrado trabajo.
¡Bien!.
Pues no, resulta que hay problemas. El trabaja y reside legalmente en España desde Marzo de 2005. Su tarjeta le caducó en Marzo de 2007 y la renovó sin problemas. Ha estado trabajando hasta el mes pasado con un contrato indefinido y su correspondiente alta en la SS. Pues hoy, cuando van a registrar su nuevo contrato les dicen que es imposible, que su tarjeta le da derecho a residir pero no a trabajar.
?????????
Pero eso no puede ser, si hasta hace nada tenía un contrato por cuenta ajena.
Venga llamadas de teléfono, a la SS, a extranjería, a San Pedro Bendito. En todos lados nos dicen que su tarjeta es correcta y que puede trabajar, pero el de la oficina insiste en que allí pone sólo permiso de residencia...
Y Dani venga a llorar y yo venga a tomar tila...

Me presento

Ya me lo dice mi madre, siempre empiezo las casas por el tejado y eso no es bueno.
Hablo de mi hijos, de mis cosas, de mis problemas, de mis inquietudes, pero pocas veces de mi.
Me llamo Lou, nací hace 36 años en el seno de una familia normal y corriente. Tengo unos padres que me adoran y un hermano fantástico.
Fui una buena estudiante. En la universidad conocí al que es mi compañero de viaje y desde hace mucho, caminamos juntos.
Nunca supe lo que es el paro, desde que terminé mi carrera empecé a trabajar, primero en una gran multinacional y luego en una empresa financiera de primera linea.
Trabajé y trabajé, sin otras miras que conseguir una carrera profesional importante, pero, por el camino, pensé que lo que quedaría el día de mañana sería la famila que estaba en disposición de formar.
Me empeñé en tener hijos, y los tuve, y todo iba según el plan previsto, hasta hace tres años.
La individua que me cayó en suerte como jefa se empeñó desde el primer momento en dejarme claro que no solo no respeta a las señoras que valoran si vida familiar, sino que lo importante era hacerme sentir como una cucaracha para que me diera cuenta de error, lo que tenía que hacer era dejar a mis hijos en casa y trabajar 14 horas al día, así ellos podrían sentirse orgullosos el día de mañana del "puestazo" de su mamá.
Pero yo no quiero eso, no quiero mandar más que nadie, quiero hacer un buen trabajo, hacerlo y tener tiempo de ocuparme de ellos, aunque eso me suponga no contar a la hora de ascensos ni premios. Mi premio son ellos, verlos crecer, reir, cada día.
Pero mi jefa no está dispuesta a respetar mi opción. Sufrí su acoso durante dos años. Acoso en toda la extensión de la palabra, y mi cabeza se rompió, y tuve que pedir una baja y tuve que pelear contra los fantasmas que ella había metido en mi cabeza.
Ahora, después de un año de excesencia tengo que volver al trabajo. Y me temo que volverá a ser a sus órdenes. No se como lo voy a hacer, intento convencerme a mí misma de que esta vez no podrá conmigo, pero no estoy segura.
Quiero ser fuerte, tengo que serlo, porque mis hijos no se merecen una madre que llora por los rincones, no se cómo lo voy a hacer, pero a Dios pongo por testigo de que no logrará aplastarme...
Quien sabe, a lo mejor ella es el origen de una nueva etiqueta en mi blog: "Diario de un mobbing".

domingo, 12 de octubre de 2008

Ardillas

Me cuesta mucho ser amante de la vida contemplativa, cuido poco de mi espíritu y menos de mi cabeza en un día a día en el que los minutos devoran mis ansias por hacer y hacer cosas sin pararme después a contemplarlas. Ese es mi castigo, mi maldita obsesión por el tiempo, o más bien por la falta de él.
En estos días, por prescripción médica, me veo obligada a dar larguísimos paseos y, aunque a regañadientes, a veces la necesidad de observar que creo que todos tenemos, también viene a mí.
Tengo la inmensa suerte de disfrutar al lado de casa de uno de los mayores pulmones verdes de Madrid. En realidad pocas veces me he parado a admirarlo porque siempre ha formado parte de mi paisaje cotidiano, pero justo ayer, mientras paseaba, algo llamó mi atención. ¡Ardillas!



Dos alegres ardillas corrían por este árbol y se pararon a mirarme al tiempo que yo a ellas. Fue un momento en el que mi cabeza se fue hacia cosas vanales, parecía que no fuera mía.
Lástima que al momento volviera de nuevo a lo prosaico de la lista de la compra y del millón de cosas pendientes de hacer antes de la vuelta al trabajo.

Jabón


¡Lo he hecho! ¡Y me ha salido bien!
Abuelilla, que por fin me lancé, hice jabón con la receta que me diste y aún no me puedo creer que me hayan salido esos pedazos hermosos y blancos de jabón que ves en la foto.
Podría haberme salido mejor, pero para eso me hace falta tener tu edad y tu paciencia, dos adjetivos que generalmente viajan juntos.
Me lo advertiste, el secreto está en remover y remover y remover sin parar durante al menos una hora, pero ya sabes que yo soy culo de mal asiento, así que con media me pareció suficiente. Ha quedado un poco de sosa en el fondo del barreño, pero no demasiada. Te llevaré un trozo para que lo compares con el tuyo.
Ahora tengo que mejorar tu técnica. A ver si aprendo a añadirle esencias para que huela a tomillo o a romero, eso sí que me gustaría, pero será para la próxima "producción".
Me siento contenta conmigo misma, el secreto del jabón no se irá contigo cuando decidas viajar a las estrellas.
Besos de tu escarabajo mayor.

miércoles, 8 de octubre de 2008

¡Culpable! // Buscando trabajo


Mi "Rinnnnngggg" era tal y como allí lo escribí, una llamada urgente de ayuda que sigue sin encontrar respuesta.
Daniela ya no puede más, ha vuelto a adelgazar, no creo que llegue ni a 35 kilos, se le ha llenado la boca de pupas de los nervios que la consumen y está agotada.
Nadie le dijo nunco que esto iba a ser fácil, pero ¿por qué tiene que ser tan dificil todo para algunos?.
Vale que hay crisis y más en la construcción, pero es que ni su marido ni su hermano hacen ascos a nada, quieren trabajar en lo que salga y donde salga, de barrenderos, de repartidores, de fontaneros, de lo que sea, pero trabajar. Van cada día al paro a por ofertas, a las empresas de trabajo temporal, a los polígonos industriales... y nada.
Yo quiero ayudarles, pero no tengo manera, les puedo dar trabajo como mucho para un par de días al mes como jardineros, pero no más y yo también me estoy consumiendo.
Mi contrario dice que no puedo ser así, que cada uno es dueño y responsable de su vida, yo no sé hasta qué punto eso es cierto.
Me siento culpable de que mi vida sea tan asquerosamente "fácil" al lado de la suya, de no tener que pensar si puedo hacer la compra en un sitio más barato u otro más caro, culpable de gastar en ropa innecesaria para que mis hijos vayan vestidos igual...
Me siento tan culpable que la culpa no me deja sacar el monedero, ahora pienso y repienso si lo que voy a comprar es absolutamente imprescindible y si no lo es, no lo compro y punto.
Hoy necesitaba comprar un abrigo a Pepón, porque el del año pasado no le vale. No he podido evitarlo, al pasar por la sección de niñas he visto unas trencas preciosas y he pensado en mi bruja de mermelada. Pero no, mi bruja no la necesita, ella tiene 2 abrigos y no le hace falta uno más, por más bonito que fuera. Así que he tirado por la calle de enmedio, he comprado dos iguales para las sobrinas de Dani. Me ha hecho una ilusión tremenda, las imagino tan guapas con sus trencas rosas...
Juro que no lo he hecho por caridad, lo he hecho por cariño, porque me apetece, porque sí.
Dani se ha enfadado un poco, no quiere que le regale cosas, yo le insisto en que no es para ella y que a mí me hace feliz, pero la entiendo, a mí en su lugar me pasaría lo mismo.
No puedo quitarme el sentimiento de culpa y no soy capaz de encontrarles trabajo a sus hombres. ¿Alguien me puede ayudar?.
Definitivamente sigo siendo invisible para el Jefe.

lunes, 6 de octubre de 2008

Como una princesa

Con almena para mí sola.
He pasado un fin de semana estupendo. Nos fuimos el viernes a eso de las 6 y durante todo el atasco de salida de Madrid iba con grandes remordimientos por la llantina con la que había dejado a mi bruja de mermelada para que no me fuera.
La verdad es que me acuerdo mucho de mis duendes cuando no estoy con ellos, por más que de verdad me apeteciera salir "en plan novios".
Me monté en el coche sin tener idea de dónde iba, bueno, la verdad es que sospechaba que podía ser Burgos. Era mi asignatura pendiente, tenía muchas ganas de ver la catedral. No podía perdonarme ser española y no conocerla.
Mi contrario lo organizó fenomenal. No fuimos a Burgos, sino a Lerma, al maravilloso parador de Lerma y para hacerlo más interesante, nuestra habitación estaba en una de las torres. La vista desde mi ventana era esta:



La habitación era igual de particular que fascinante. Era literalmente la parte alta de una torre, así que para llegar hasta ella había que salvar cerca de 40 escalones. Una vez arriba la distribución era peculiar, el baño estaba separado de la cabecera de la cama por un murete de apenas metro veinte de alto, por lo que ducharse sin salpicar las sábanas era complicado, pero claro, con esta súper bañera quien se resiste a darse un baño de espuma...



El sábado por fin tuve la oportunidad de disfrutar de la maravillosa catedral de Burgos. No hay palabras para describir tal lugar, hay que verlo, vivirlo y respirarlo.


Pero también hemos tenido tiempo de ver Santo Domingo de Silos, Lerma, Clunia o Aranda de Duero. ¡Y de comer!, madre mía que manera de engullir, ahí está, kilo y medio de cordero asado y morcillas adosados a mis posaderas...
Da igual, lo he pasado muy bien. Volvimos cansados y contentos y los duendes nos recibieron con sus mocos abiertos, perdón, quería decir sus brazos....

Por cierto, al llegar al parador de Lerma, un precioso ramo de rosas rojas y una botella de cava me esperaban.

jueves, 2 de octubre de 2008

Rinnnnnggggggg


Ring,ring, ring....

- Buenos días, dígame.
- Buenos días, quería hablar con el jefe, por favor.
- Claro, ¿podría adelantarme sobre qué asunto?
- Pues es que quería poner una reclamación.
- Pues entonces es conmigo con quien tiene que hablar, señorita.
- Yo creo que no, pero intentaremos entendernos, ¿con quien tengo el gusto de hablar?
- Soy Pedro, para servirla.
- Pues mire que he oido hablar bien de usted, pero yo con quien quiero hablar es con su jefe.
- Pues es que no va poder ser, él está siempre muy ocupado.
- ¿Pero ocupado en qué?, porque yo veo que tiene mucho que hacer y no lo hace.
- Claro, pero porque estará haciendo otras cosas.
- Ya bueno, pero es que hay que arreglar mucho.
- Pero es que hay asuntos más importantes que otros, señorita, debe usted entenderlo.
- Pues no lo entiendo.
- A ver, vamos a ir por partes, dígame su nombre que voy a abrir un parte de incidencias urgente que le pasaré al jefe cuanto antes.
- Me llamo Lou, quizás por mi nombre no me recuerde, pero dígale que yo fui presidenta de su club de fans durante muchos años.
- Bueno Lou, pues vamos a ir punto por punto en su reclamación.
- Pues don Pedro, apunte lo primero, dígale a su jefe que tiene un problema de recepción de llamadas, no contesta al fijo, ni al móvil, ni a los emails.
- Mire que me extraña Lou, pero siga, siga...
- Dígale que yo me canso de pedirle cosas, cosas importantes, que no deberían suponerle un gran esfuerzo y que no veo que me eche una mano.
- Ya le he dicho que son muchas las peticiones que recibe y que las atiende tan rápido como puede.
- Pues las mías deben ser las menos importantes entonces, porque desde hace 5 años me siento invisible.
- No se me enfade Lou
- Pero es que estoy enfadada, no me gusta lo que hace.
- Venga, vamos a poner una petición urgente y vamos a intentar que la atienda cuanto antes.
- Hecho, dígale que necesito que me encuentre trabajo para el marido de Dani, o para su hermano, que ella está deslomándose a trabajar para mantener a cuatro adultos y dos niños, y que no puede más.
- Y usted, Lou ¿está haciendo todo lo que puede?.
- Se lo aseguro don Pedro, todo lo que puedo y más. Yo no pido más de lo que estoy dispuesta a dar, ni a su jefe ni a nadie...
- Vale, pues apunto su petición como urgente.
- Pues eso, déjeselo claro a su jefe.
- ¿Alguna cosa más?.
- Pues sí, la última, dígale a su jefe que si esta vez no me echa un cable, le borraré de mi directorio definitivamente, y que no volveré a hablarle más.
- Pues sí que está enfadada usted, Lou.
- Ni se lo imagina don Pedro, ni se lo imagina.

miércoles, 1 de octubre de 2008

Mocos


Hemos empezado la temporada del moco. Igual que llega la recogida de la uva o el florecer de los almendros o cerezos, llega la temporada del moco.
Empieza en Septiembre, con cada nuevo curso escolar, y se extiende, queramos o no durante todo el curso, hasta la primavera.
A ratitos parece que vamos a poder con la cosecha, pero es una mera apariencia, se van un par de días para que nos confiemos, pero vuelven a aparecer con más energía que nunca.
En casa ya hemos empezado, el que peor está en Juan sin miedo, al pobre se le han juntado los mocos con la salida de nuevos dientes y está insoportable.
Pobrecito mío, ya se que no es su culpa, que no lo hace por fastidiar, pero es que llevamos tres noches sin pegar ojo.
Hoy me he pasado por el pediatra y me dice que no es más que un catarro de vías respiratorias altas, que no tiene moco en el oido y que no tiene ruiditos en el pecho, así que ale, Apiretal cada 8 horas.
No quiere comer, no quiere nada en realidad. A ver si mejora un poquito, porque hay ratos que me repito a mí misma "si Juan hubiera sído el primero de mis hijos, se habría quedado hijo único", pero vamos, que no me lo creo ni yo.