Cuando el cerebro se desborda

Que peligroso es tener cerebro..., vale, todos lo tenemos y algunos hasta saben utilizarlo, pero a veces no es mi caso.
Me da miedo la fuerza que tiene esa cosa que dicen que es gris y que ocupa parte de mi cabeza, lo malo es que de ahí se escapa y controla toda mi vida. Los pensamientos, generalmente nada positivos, se apoderan de todo mi ser, impidiendome actuar de manera racional.
Ese miedo que encadena mis músculos es más fuerte que yo, no puedo controlarlo. La primera vez que me sentí así estaba esperando el resultado de mi FIV y sentí mi cabeza explotar.
No soy yo muy amiga de psicólogos, pero necesitaba a alguien externo, extraño completamente a mí, alguien no involucrado emocionalmente conmigo que me ayudara a colocar las cosas en su sitio. Y me ayudó mucho, de verdad.
La segunda vez fue cuando mi madre estaba en el hospital y aquello era un pozo sin fondo del que no me veía con fuerza para salir sola, y de nuevo recurrí a la ayuda de alguien extraño.
Por suerte parece que últimamente y cabeza está ordenada, no sé lo que durará así, espero que mucho.
Es que estos días estoy dándole vueltas a como ayudarte a tí Mon, cómo hacer para que comprendas que a veces se llega a un estado del que sola es muy difícil salir, es como si te ahogaras, necesitas al vigilante de la playa..., pues esto es lo mismo. Lo malo es que quizás para los demás no es tan obvio que te estás ahogando, pero es así.
Mon, superwoman no existe, y por más que intenten algunas lagartonas hacernos creer que ellas son lo más parecido, no es cierto, no te angusties y pide ayuda. Yo lo intento, pero estoy emocionalmente comprometida contigo y eso me hace no ser tan objetiva como quisiera.
De todas formas, no te olvides que el sol volverá a salir después de tanta nube, lo estás haciendo fantásticamente bien.