Y lloro, ya se que no aprenderé nada de estas lágrimas y que me prometí a mís misma que no lloraría, pero no puedo.
A partir de mañana intentaré retirarle la lactancia materna a mi bebé. Vale, que ya tiene 5 meses, vale que seguro que necesita algo más que mi leche pero..., es como si me arrancase yo misma un pedacito del corazón.
Por aquello de probar hoy he empezado a darle biberón con mi leche en una toma, sólo un poquito, por darle a conocer lo que son las tetinas. Pobrecito lo que ha llorado, y me miraba con ojos de decir ¿qué es esto tan feo que me das?..., pero al final se lo ha tomado, y luego le he puesto al pecho de nuevo. Tan agotado estaba de llorar que se ha dormido. Y yo me siento una ladrona, le estoy quitando la felicidad, el calorcito, el olor de mamá, la mayor sensación de seguridad que un ser humano puede tener del amor de su madre.
Vale, a lo mejor exagero, pero así lo siento yo. No quiero que crezca, quiero que sea siempre un bebé lactante a mi pecho.
Como siempre he empezado la casa por el tejado, hablándo del último de mis niños y dejando a mis dos amores de lado, las próximas entradas se las dedicaré a ellos.
1 comentario:
Es normal, es una sensación de abandono, de vacío, de lanzar al cachorro al mundo real,....Se acabó lo natural, bienvenido al plástico. Es duro, pero también es emocionante verlos crecer, aunque se eche tanto de menos cuando son bebés...pero c´est la vie¡¡¡¡. Miles de besos
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